El ciclismo se convierte, en ocasiones, en un deporte de riesgo. Bien por culpa de los conductores imprudentes, por las peligrosas bajadas a diferentes puertos de montaña o, de manera mucho más puntual, por las rutas que eligen los ciclistas y que les hacen ser diana de algunos cazadores que les confunden con animales. Esto último es lo que ocurrió en los Alpes franceses.
Mark Sutton,un británico de 34 años natural de Caerphilly (Gales), murió el pasado domingo tras recibir un disparo mientras hacía la ruta de montaña de Super Morzine. Un cazador lo confundió con un jabalí, según explicó más tarde.
Las autoridades locales intentan esclarecer el extraño suceso. Aunque el disparo mortal del cazador, un joven de 22 años al que no se le pudo tomar declaración al estar en estado de shock, se produjo en una zona de bosque muy frondoso, Sutton vestía ropas brillantes de alta visibilidad, por lo que la confusión con un jabalí se hace difícil de entender.
La muerte de Sutton, lejos de provocar rabia, angustia y tristeza, habitual cuando se pierde a un ser querido, generó el efecto contrario en su familia. La madre y la hermana de Sutton celebraron su muerte de manera pública. Katie, hermana del fallecido, explicaba su extraña reacción a The Sun.
"Era un violador. Cuando me enteré de que le habían matado sentí alivio porque ya no podría hacer daño a nadie más. Merecía ser disparado como un animal, porque era un animal. Quiero que liberen a su asesino porque nos hizo un favor. La única pena es que murió muy rápido. Me habría gustado que le sacaran la bala despacio y se hubiera quedado tirado en el suelo, sabiendo que se moría. Merecía esa tortura. Quiero que todos sepan lo mala persona que era, estoy harta de recibir mensajes de condolencias"
Katie, en un testimonio que pone los pelos de punta, asegura que su hermano la violó en más de 100 ocasiones, le pegó y la amenazó durante su infancia.
Mark tampoco gozaba del amor de madre. Katrina reconocía que su hijo era un "monstruo", que tuvo que enviarle a reformatorios para intentar corregir su comportamiento. Algo que nadie logró. The Sun recoge otros testimonios similares de antiguas parejas de Marc que insisten en su carácter agresivo.
Sutton no se encontraba en los Alpes por casualidad. Tras pasar por la cárcel, cambió el Reino Unido por Francia, con una parada intermedia en Ibiza. Intentaba cambiar completamente su vida y olvidar su pasado. Conoció a su actual pareja–no tenía constancia de su pasado– y abrió un restaurante vegetariano. Curiosamente, el cazador que lo confundió, supuestamente, con un jabalí, le cerró, para siempre, su nuevo negocio vegetariano. Cosas del destino.