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Las lamentables condiciones de vida de los deportistas españoles del CEAR de Sevilla: entre cucarachas y comida basura

Los deportistas de élite del CEAR no pueden más: cucarachas, comida basura, colchones de veinte años, fiestas nocturnas...

Los deportistas de élite del CEAR no pueden más: cucarachas, comida basura, colchones de veinte años, fiestas nocturnas...
Una cucaracha en una puerta del CEAR | Captura

El éxito de un deportista de élite no solo se basa en entrenar y competir. Para llegar a la cima, hay otros factores que son vitales: la alimentación y el descanso. Es por eso, que muchas veces se optan por crear centros de alto rendimiento donde estos deportistas van a estar monitorizados el mayor tiempo posible, para controlar lo que comen; el tiempo y como descansan y sus entrenamientos.

El programa ¿Te lo vas a comer? del famoso chef Alberto Chicote, ha visitado el Centro Especializado de Alto Rendimiento La Cartuja de Sevilla, conocido por sus siglas CEAR. Esta instalación está supervisada por la Junta de Andalucía, pero digamos que lo tienen algo descuidado. En el programa, son varios los deportistas que se quejan del estado del centro, y de su comida.

Camila Morison, subcampeona mundial de piragüismo, lleva desde 2016 en el CEAR: "El pescado huele a podrido, es incomestible. Y, encima, ahora sufrimos una plaga de hormigas en las habitaciones que, aparte de ser asqueroso, pican".

Joaquín Montero, remero internacional, llegó hace seis años al CEAR: "Todo ha ido a peor. A algún compañero se le cayeron encima cucarachas desde el techo. Se lo dijimos a la federación española: es imposible mantener el peso así. No sé lo que tiene la comida, que te inflas a comer y a los veinte minutos ya tienes hambre. Las calorías que acumulas no son saludables ni suficientes. Si podemos, evitamos comer allí. Bajas reventado de entrenarte, ves la comida y te vas. Es imposible cumplir las recomendaciones que nos dan los médicos y los nutricionistas", denuncia. "Y el peor problema es descansar. Son las mismas camas que hace veinte años, con los colchones destrozados. Dormíamos sobre muelles. Menos mal que el CSD nos envió unos cubrecolchones. Por no hablar de las fiestas nocturnas de los turistas a los que alquila las habitaciones el CEAR", termina.

Rodrigo Conde, campeón del mundo de remo Sub23: "La fruta está verde o pasada. Hay pescado que no se sabe ni lo que es. Ponen unos dados con salsa por encima que dan que pensar. La carne o es reseca o huele ácida y no vale para llevarse a la boca". A lo que añade: "Las cucarachas se caen de las rejillas del aire acondicionado que hay en el comedor sobre la mesa. Las encontré hasta en la ensalada".

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