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Mundial de Rugby: De Sudáfrica a Irlanda, Japón sigue cambiando la historia

La anfitriona del Mundial de Rugby sigue sorprendiendo tras la sorprendente victoria ante Irlanda.

La anfitriona del Mundial de Rugby sigue sorprendiendo tras la sorprendente victoria ante Irlanda.
La selección japonesa de rugby celebra su victoria ante Irlanda. | EFE

Cada Copa del Mundo de Rugby muestra más que la anterior el carácter global de un deporte en constante evolución. Hasta hace una década, la primera fase era poco menos que un largo trámite de 20 días con el único atractivo del enfrentamiento entre los dos favoritos de cada grupo, para dilucidar los cruces de cuartos de final.

La primera y única hasta hace nada sorpresa mayúscula de la historia de los Mundiales tuvo lugar cuatro años atrás en Inglaterra, cuando Japón se impuso en el último instante de un ya mítico partido ante Sudáfrica, bicampeona del mundo. Desde aquel 19 de septiembre de 2015, toda referencia a los nipones en el mundo del rugby iba seguida del recuerdo de su victoria ante los Springboks. Honor vuelto sambenito para un país con un rugby tan desarrollado en muchos aspectos como el de las grandes potencias.

En 2019, aquella conmoción ha pasado definitivamente a ser una más. El miércoles, la selección uruguaya, una de las presentes en el torneo inferiores a España en nivel, integrada en buena parte por jugadores no profesionales, vencía a un combinado fiyiano con varios campeones olímpicos en sus filas. Ayer, la anfitriona se despojaba de su etiqueta de la mejor manera posible: confirmándola, al imponerse a la número 1 de la clasificación de World Rugby –ya por poco tiempo. Dos resultados, cuando menos, tan improbables como el de hace cuatro años, que van convirtiendo en normal lo inesperado. El último, un claro reflejo de aquel día.

Como aquella tarde en Brighton, las cosas comenzaron de cara para los de verde. Jack Carty, con el 10 a la espalda en sustitución de Johnny Sexton, se inventó dos ensayos en los primeros 22 minutos que rubricaron Gary Ringrose y Rob Kearney. 3-12, pasado el primer cuarto de partido. Todo controlado hasta que una melé cambió diametralmente el curso del encuentro. Formación estática a favor de los de Joe Schmidt, muy superiores en esas fases de juego, en la que cometieron un golpe de castigo que detonó la explosión de confianza de los de Jamie Joseph, impulsados por la mayoría de las 47.813 almas que abarrotaban el Estadio Ecopa de Shizuoka.

Desde ese instante, como aquella tarde de verano inglesa, los japoneses forzaron cada vez más a sus rivales. En ataque, abriendo a la zaga irlandesa hasta las bandas. En defensa, llevando la línea hasta el límite del fuera de juego, en ocasiones por encima de él. 9-12 al descanso. A la vuelta, más imprecisiones y faltas de un XV del Trébol sin respuestas a la embestida de los Cherry Blossoms, que en el 59 tomaron la delantera por medio de un ensayo, camino del 19-12 final. Sin intensidad. Sin identidad. Desdibujado y movido más a impulsos que por la cabeza, sin recurrir al pie –de cuatro patadas al aire ganaron cuatro, entre ellas las dos que les llevaron a los ensayos. Acaso, guardando alguna jugada de estrategia en primera fase para cuando pueda hacer más falta.

Johnny Sexton, en la grada por precaución, convertido en un recurso constate del realizador. Sobre el césped, Michael Leitch, Kazuki Himeno, Kotaro Matsushima o Timothy Lafaele lo eran de un conjunto serio, ordenado y trabajado, que más allá de las imprecisiones rivales y la doble vara de medir arbitral, mereció un resultado preparado desde hace años. Marcador que deja a Irlanda un punto de bonus defensivo que, de todo ir según lo esperable y vencer a Rusia y Samoa, le permitirá acceder a los cuartos de final sin mayores problemas. Si nada cambia, el cruce será con Nueva Zelanda y no con Sudáfrica. Japón decidirá ante Escocia. Una vez más, las dos selecciones verdes en sus manos.

Ficha técnica

19 - Japón

Ensayos: Kenki Fukuoka

Transformaciones: Yu Tamura [1 de 1]

Golpes de castigo: Yu Tamura [4 de 5]

12 - Irlanda

Ensayos: Garry Ringrose, Rob Kearney

Transformaciones: Jack Carty [1 de 2]

JAPÓN: Ryohei Yamanaka (Kenki Fukuoka ’50); Kotaro Matsushima, Timothy Lafaele, Ryoto Nakamura, Lomano Lava Lemeki; Yu Tamura, Yutaka Nagare (Fumiaki Tanaka ’57); Keita Inagaki, Shota Horie, Jiwon Koo (Asaeli Ai Valu ’54); Luke Thompson, James Moore; Kazuki Himeno, Pieter Labuschagne (capitán), Amanaki Lelei Mafi (Michael Leitch ’31).

Suplentes: Atsushi Sakate, Isileli Nakajima, Wimpie van der Walt, Rikiya Matsuda.

IRLANDA: Rob Kearney (HIA – Luke McGrath ’69); Keith Earls, Garry Ringrose, Chris Farrell (Jordan Larmour ’61), Jacob Stockdale; Jack Carty (Joey Carbery ’61), Conor Murray; Cian Healy (Dave Kilcoyne ’46), Rory Best (capitán) (Sean Cronin ’61), Tadhg Furlong (HIA – Andrew Porter del ’46 al ’55 , permanente ’61); Iain Henderson (Tadhg Beirne ’67), James Ryan; Peter O’Mahony (Rhys Ruddock ’55), Josh van der Flier, CJ Stander.

Árbitro: Angus Gardner [Australia]

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