Dos viejos conocidos se vuelven a citar. Vuelven a quedar para jugar un partido y nada hay amistoso entre las dos. Como un dejavu constante, una realidad terca, España y Dinamarca se ven de nuevo con una final en el horizonte. Se ven las caras siendo dos selecciones potentes, duras y que han mostrado que, por diversos motivos, pueden ser campeonas de Europa.
Vuelven a librar una batalla gigante apenas seis meses después de la semifinal olímpica que nos ganaron. Se vuelven a encontrar un año después de la semifinal mundial que también nos apeó de un sueño. Han ganado los últimos enfrentamientos y eso hace que la selección de un colosal Mikkel Hansen sea la bestia negra de los de Jordi Ribera.
En la previa, el seleccionador español ha mostrado su confianza en los nuestros, su alegría por estar todos ya en perfectas condiciones (Cañellas y Tarrafeta están en plena forma tras paso por Covid) pero mostró su honda preocupación por el partido "Dinamarca tiene enormes jugadores y muchas más cosas buenas que malas", ha confirmado que la selección tuvo una primera fase muy buena y una Main Round en la que hemos ido a saltos. Ganando bien a Alemania, sufriendo mucho ante Rusia (Un 7 metros con el reloj a cero evitó el empate ruso), ante Polonia (una doble parada de Corrales a un minuto evitó otra igualada) y perdiendo claramente ante Noruega. Curiosamente este combinado, el que peor nos lo ha hecho pasar, ya no está en el torneo.
También insinuó Ribera que Dinamarca se dejó ir ante Francia en el último partido. "Nos han elegido como rival porque es obvio que nos prefieren. Han optado por buscarnos a nosotros porque la racha es buena últimamente". Es cierto que Jakobsen, el seleccionador nórdico, reservó a Mikkel Hansen y a Mathias Gidsel todo el partido. Francia remontó, se llevó el triunfo y, ahora, las apuestas dan a los franceses como favoritos el domingo en Budapest para alzarse con el cetro europeo.
España tiene elementos para ganar pero también sabe que va a sufrir mucho. Los últimos antecedentes nos hacen observar con detenimiento a Hansen pero también a hombres como Mensah, Gidsel o el guardameta Niklas Landin, todos portentos europeos y en la élite del balonmano. Tiene la obsesión Ribera de jugar este viernes (18.00 h) con los extremos porque es una de las formas que más resultado le han dado a España en este campeonato.
Ganar la semifinal sería acceder por cuarta vez consecutiva al partido decisivo en un Europeo (uno perdido, Alemania 2016 y dos ganados, Suecia, Croacia en 2018 y 2020). España ya está en la cumbre de este deporte, con seis semifinales consecutivas y con un 2021 coronado con el bronce mundial y olímpico.
Francia y Suecia jugarán la otra semifinal con favoritismo galo en un partido apasionante en el que nada habrá seguro. Los escandinavos, con bajas antes de empezar, han sorprendido estando en semifinales y han cumplido su objetivo. Quizá eso les haga más peligrosos.
España quiere aparcar los malos recuerdos. Esos que dicen que a Dinamarca se le ha ganado una vez en los últimos nueve años. Es verdad que fue en Barcelona y que valió para alzarnos con un Mundial. Que se vuelva a repetir la historia.