Lia Thomas ha puesto patas arriba el mundo de la natación. A sus 22 años, la nadadora transexual aviva la polémica cada vez que se lanza a la piscina. Compite en pruebas femeninas y lo hace con victorias abrumadoras, ayudada por una evidente ventaja física con sus rivales.
El último ejemplo lo tenemos en la Ivy League, una competición en la que intervienen las ocho mejores universidades del noroeste de Estados Unidos. Thomas revalidó el título de campeona de las 500 yardas estilo libre con una ventaja escandalosa, sacando más de media piscina y unos siete segundos a la siguiente nadadora. También se impuso con suma superioridad en la prueba de 20 yardas.
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Lia Thomas is the @IvyLeague champion in the 500 free. Her time of 4:37.32 is a new pool record.
Catherine Buroker finishes in second.#FightOnPenn pic.twitter.com/ki2SQdxn6Q
— Penn Swimming & Diving (@PennSwimDive) February 17, 2022
Lia compitió hasta 2019 en categoría masculina como Will Thomas, antes de iniciar su proceso de cambio de sexo. Compitiendo con hombres ocupaba el puesto 462 en su categoría. Desde que lo hace con mujeres es la número uno.
Sus rivales no pueden más
Imaginen por un momento que son una nadadora que lleva toda su vida luchando por cumplir un sueño. Entrenando seis horas al día. Luchando. Y de repente se encuentran con un rival que tiene las condiciones físicas de un hombre. ¿Qué pensarían? Las rivales de Lia no pueden más. Hasta 16 nadadoras han puesto el grito en el cielo mandando una carta a liga universitaria en la que dejan clara su postura y la injusticia que supone que Lia compita con otras mujeres: "Apoyamos totalmente la decisión de Lia Thomas de transicionar de hombre a mujer. Sin embargo, tiene una ventaja injusta en el deporte. Ha sido extremadamente difícil para nosotras ser derrotadas por alguien que compite con ventaja por tener una fuerza, una altura y una capacidad pulmonar propia de los hombres."
Phelps lo compara con el dopaje
Uno de los más críticos con la situación ha sido Michael Phelps. La leyenda norteamericana hace una elocuente comparación entre la ventaja con la que cuenta Lia y la que aporta el dopaje: "Todos deberíamos sentirnos cómodos con quienes somos en nuestra propia piel, pero creo que el deporte debería jugarse en igualdad de condiciones para que haya justicia".
La situación comienza a ser insostenible, la polémica está servida y habrá que ver si se toman medidas para terminar con semejante injusticia, ya que ahora mismo se está compitiendo en una manifiesta y clara desigualdad de condiciones.