El nadador ucraniano Mykhailo Romanchuk, medallista de bronce en la prueba de los 800 metros libres de los Campeonatos del Mundo que se disputan en Budapest (Hungría), ha pedido a las autoridades que se mantengan firmes en su veto a la participación de los deportistas rusos y bielorrusos.
Romanchuk, que recibió el permiso de las autoridades ucranianas para salir del país tras la invasión rusa, ha revelado que "estuve dispuesto a ir y matar" al nadador ruso Evgeny Rylov, antiguo amigo suyo, cuando vio imágenes de éste en un mitin de Vladimir Putin y luciendo una Z, símbolo utilizado por el ejército ruso en su agresión a Ucrania.
"Si alguien me dice que el deporte no es política, le diría que el deporte es la mayor manifestación política. Desafortunadamente es así y por eso lo correcto es que los rusos no estén aquí, porque si llego a ver a alguno de ellos no sé como reaccionaría. Quizá con agresividad. No lo sé. Especialmente cuando el espaldista (Rylov) asistió al...", señaló Romanchuk refiriéndose al acto en el que Putin conmemoró la anexión de Crimea, días después de ordenar la invasión de Ucrania.
Romanchuk y Rylov —doble campeón olímpico de 100 y 200 metros espalda—, mantenían una amistad y ambos formaron parte hasta hace unos meses del equipo Energy Standar que disputa la International Swimming League.
El ucraniano pudo seguir preparándose para estos Mundiales cuando recibió el ofrecimiento del alemán Florian Wellbrock, un rival directo que el martes le arrebató la plata en la final de los 800 libre, para entrenarse con él en Magdeburgo. Dejó en su país a su mujer y a su padre, alistado en el ejército ucraniano.
"Espero que esta medalla signifique mucho para muchos ucranianos. Quiero mostrar a todo el mundo que los ucranianos peleamos hasta el final", dijo Romanchuk tras recoger entre lágrimas su medalla.