La ciudad holandesa de Rotterdam acoge a finales de este mes de julio, entre los días 22 y 31, los XIX Juegos Mundiales de Policías y Bomberos, en una edición que tuvo que haberse disputado el año pasado pero que fue retrasada por culpa de la pandemia del coronavirus.
Este evento deportivo bianual, abierto a la participación tanto de personal en activo como de jubilados de todas las fuerzas de seguridad y servicios de bomberos de todo el mundo, es el segundo con mayor participación a nivel mundial, sólo por detrás de los Juegos Olímpicos y por delante de los Juegos de la Commonwealth. Y es que a estos Juegos Mundiales de Policías y Bomberos acudirán algo más de 10.000 atletas de más de 60 países frente a los cerca de 11.400 deportistas que estuvieron presentes en los JJOO de Tokio 2020, celebrados entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021.
Los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos de Rotterdam 2022 constan de 63 disciplinas, algunas de ellas habituales en los eventos deportivos (desde el atletismo a la natación, pasando por el golf, baloncesto, tenis, ciclismo, taekwondo, crossfit…), pero también otras específicas de estos cuerpos de intervención como pueden ser la carrera vertical, subida de escaleras, tiro policial o perros policía K9.
La idea de organizar unas olimpiadas específicas para policías y bomberos tiene ya más de medio siglo: a finales de la década de los 60, un sheriff de California observó que muchos agentes policiales no estaban en las mejores condiciones físicas y creó unas competiciones deportivas entre policías en ese estado, en concreto en la ciudad de San José.
Luego llegaron los Juegos de Policías y Bomberos en Estados Unidos, que siguen vigentes y se celebran cada año, y los primeros Juegos Mundiales se celebraron en 1985, precisamente en San José. Desde entonces el evento se disputa cada dos años –los de 2003 tuvieron lugar en Barcelona, en la única edición que nuestro país ha acogido hasta la fecha–, mientras que la edición más exitosa fue la de 2011 en Nueva York con la participación de unos 16.000 atletas procedentes de 65 países. Sin olvidar, por supuesto, los Juegos Latinoamericanos y Europeos, que se dejaron de disputar en 2018.
España es una auténtica potencia en estos Juegos Mundiales de Policías y Bomberos, pues en la última edición, celebrada en Chengdu (China) en verano de 2019, logró aproximadamente un 15% de las medallas que se pusieron en juego.
España, potencia en los Juegos
Nueve de esas medallas para la delegación española las logró Luis Miguel Padrino, agente de la Policía Municipal de Madrid, en distintas pruebas de natación (dos oros, dos platas y cinco bronces). Es algo así como ‘el Michael Phelps de los policías y bomberos’, aunque él reniega de esta comparación y se considera "uno más". Luis Miguel, que afronta ahora sus cuartos Juegos tras haber participado previamente en los de Fairfax 2015, Los Ángeles 2017 y Chengdu 2019, recibe en una de las piscinas del Centro de Natación Mundial-86, en Madrid, a un equipo de Libertad Digital para mostrar sus impresiones de cara a la cita en Rotterdam, donde aspira a "lograr los máximos metales posibles".
España suele llevar unos 1.500 deportistas a estos Juegos y, aunque el número pueda resultar llamativo, es inferior al de otras potencias que se dan cita en este evento como son Estados Unidos, China, Rusia, México o India.
Para Carlos Morán, agente de las Unidades de Intervención Policial (UIP) en Madrid —más conocidas como los antidisturbios—, los de Rotterdam 2022 serán sus sextos Juegos. Este policía madrileño destaca en la modalidad de taekwondo, deporte que empezó a practicar de manera continua a los 19 años —"empecé tarde", admite— y que le ha dado tres medallas mundiales en esta competición (dos platas y un bronce).
Asociación Española de Policías y Bomberos
Pero no todo es de color rosa porque los policías y bomberos españoles que quieren participar en los Juegos Mundiales, a diferencia de otras delegaciones más potentes, deben costearse de sus propios bolsillos el viaje a las distintas sedes, además de cuadrar turnos —"siempre tenemos que estar jugando al Tetris", dice— y competir durante sus días de vacaciones.
Si muchos atletas profesionales no gozan de ayudas por parte de las autoridades, menos aún estos deportistas amateurs. De ahí que Morán creara en 2018, con ayuda de algunos compañeros, la Asociación Española de Policías y Bomberos (AEPB), de la que es presidente, con el objetivo de conseguir el mayor número de patrocinios y subvenciones. "El año que hay competición, mis vacaciones y mis dos pagas extra van destinadas a estos Juegos. En 2019 el viaje a China fue bastante costoso y el año que viene son en Canadá, así que te puedes imaginar", cuenta Kalel Morán a este periódico en la Comisaría del distrito de Moratalaz en Madrid.
Mucho más novel es Macarena Fernández, agente de la Guardia Civil de Madrid, que en Países Bajos va a disputar sus primeros Juegos Mundiales de Policías y Bomberos, en las modalidades de crossfit —deporte que lleva practicando siete años— y halterofilia. Lesionada en el momento de la entrevista a Libertad Digital –tuvo lugar en el Green Horse Crossfit Center de San Sebastián de los Reyes (Madrid) a finales de junio–, Macarena es campeona de Madrid y de España de halterofilia. Entrena duro pero saca tiempo "para todo".
Acude con altas expectativas altas a los Juegos Mundiales de Rotterdam, de los que tuvo conocimiento gracias a la Asociación Española de Policías y Bomberos de la que ella también es miembro. "Tenemos un grupo de Whastapp donde vamos sabiendo todos de todos", relata a este medio Macarena, que fue militar antes que guardia civil.
Policía, deportista y héroe
Como Luis Miguel y Carlos, el policía Antonio Morant –nos pide que le llamemos Toni–también tiene un amplio bagaje en este evento, pues los de Rotterdam 2022 serán sus quintos Juegos Mundiales tras haber participado por primera vez en los de Belfast 2013. Desde entonces, este agente de la Policía Municipal de Benissa (Alicante), que se dedica al atletismo –es corredor de fondo–, ha cosechado ocho medallas (dos de oro y seis de plata) entre las cuatro ediciones en las que ha participado.
"A ver si este año hay suerte otra vez, intentaremos al menos estar en el podio", señala Toni a Libertad Digital en la pista de atletismo del Polideportivo Municipal de Paracuellos de Jarama (Madrid), hasta donde se ha desplazado para pasar unos días de vacaciones. Al igual que Luis Miguel, Carlos y Macarena, Toni Morant también pertenece a la Asociación Española de Policías y Bomberos. "Por desgracia en España no nos consideran como una selección y creamos esta asociación para intentar tener patrocinios. Aquí cada atleta tiene que costeárselo todo por su propia cuenta", dice.
Toni Morant, que empezó en la Policía en 2004 y con el atletismo pocos años después para superar un problema de sobrepeso —"perdí unos 35 kilos", confiesa—, es también un héroe local en la Comunidad Valenciana. Hace cinco años, este agente salvó la vida a dos bañistas madrileñas que se estaban ahogando en la playa de la Fustera de Benissa. Una acción por la que fue condecorado por la Generalitat valenciana con la Cruz al Mérito Policial con el distintivo Rojo. "Es una condecoración que cualquier policía desea obtener siempre y cuando no pase nada", afirma.
Luis Miguel, Carlos, Macarena y Toni. Cuatro deportistas de los cerca de 1.500 españoles que estos días participarán en los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos de Rotterdam 2022. Una cita de la que Libertad Digital estará muy pendiente y en la que nuestros agentes, a buen seguro, volverán a dejar el pabellón español bien alto.