Sarasadat Khademalsharieh, más conocida como Sara Khadem, es una Gran Maestra de ajedrez iraní que tuvo una gran repercusión internacional el pasado mes de diciembre durante el Campeonato Mundial de Ajedrez Rápido y Blitz de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) celebrado en Almaty (Kazajistán).
El caso es que Khadem, de sólo 25 años, participó en el torneo sin el velo islámico, como ya informó Libertad Digital, desafiando al régimen totalitario de Irán, que desde la Revolución de 1979 obliga a las mujeres a lucir esta prenda. Una nueva muestra de su rechazo al régimen de los mulás en Irán, uniéndose a las protestas de los manifestantes que llevan saliendo a la calle en ese país desde septiembre de 2022 para protestar contra el presidente Ebrahim Raisi.
La decisión de Khadem de no llevar el velo en el Campeonato Mundial tuvo consecuencias inmediatas para la joven: la Gran Maestra viajó junto a su marido, el director de cine Ardeshir Ahmadi, y su hijo de diez meses desde Kazajistán a una ciudad desconocida de España. Y es que un regreso a Irán habría tenido probablemente consecuencias de vida o muerte para la estrella del ajedrez.
Este miércoles, Khadem ha acudido al Palacio de la Moncloa para entrevistarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha referido a la ajedrecista como "una mujer que me inspira". "Todo mi apoyo a las mujeres deportistas. Vuestro ejemplo contribuye a un mundo mejor", apunta el jefe del Ejecutivo en un escueto mensaje en su cuenta de Twitter.
Cuánto he aprendido hoy de una mujer que me inspira, la Gran Maestra Femenina de ajedrez Sara Khadem.
Todo mi apoyo a las mujeres deportistas. Vuestro ejemplo contribuye a un mundo mejor. pic.twitter.com/DSxVEETB0k
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) January 25, 2023
Sin embargo, Sánchez evita citar al régimen totalitario de Irán y tampoco hace referencia al desafío de Khadem al velo islámico, es decir, olvida tanto las razones que han obligado a la ajedrecista a exiliarse en España como las verdaderas preocupaciones de las mujeres iraníes, deportistas o no.
Con este tratamiento como si fuese una deportista más llegada de cualquier competición internacional, el presidente del Gobierno demuestra que, o bien no sabe con quién se reúne, o bien desprecia totalmente el sufrimiento de un pueblo que es asesinado por un régimen totalitario o, como en el caso de Khadem, a huir.