
París sigue demostrando que le queda muy grande la organización de unos Juegos Olímpicos. Llevamos dos días de competición y ya hemos visto robos al equipo de Australia de ciclismo y al de fútbol de Argentina, vivimos un esperpéntico momento en plena inauguración con la representación lamentable que se hizo de la Última Cena, el partido disputado entre Argentina y Marruecos dio la vuelta al mundo al vivir una situación bochornosa insólita con lanzamiento de petardos, invasión de campo por parte de varios espontáneos...
La última de los franceses ha sucedido este domingo. Se medían Sudán del Sur y Puerto Rico, del grupo C del torneo de baloncesto masculino. En pleno protocolo al sonar los himnos, Francia se ha apuntado un nuevo ridículo intolerable.
Sudán del Sur vivía un momento histórico -su primera presencia en unos Juegos Olímpicos tras conseguir la independencia hace solo trece años-, pero cuando comenzaba a sonar el himno, jugadores y aficionados se llevaban las manos a la cabeza. Los organizadores tocaron el himno equivocado, ya que en lugar del suyo, se escuchó el himno de Sudán, lo que causó un gran revuelo, provocando un enorme malestar en toda la expedición de Sudán del Sur.
That didn't go well...
Sudan's anthem and not the national anthem of South Sudan on the speakers #Paris2024pic.twitter.com/O5LwEPthAx
— Eurohoops (@Eurohoopsnet) July 28, 2024
El pívot Wenyen Gabriel, una de las estrellas de Sudán del Sur mostró su cabreo de forma ostensible antes de abandonar la cancha.
Lo más bonito fue la reacción de su rival. En pleno momento caótico y desconcertante sonando un himno que no solo no es el suyo, sino que es el de la nación de la que siempre quisieron distanciarse y tras varios enfrentamientos armados, lo consiguieron en 2011, Puerto Rico dio la talla. Aficionados, jugadores y cuerpo técnico del conjunto boriqueño brindando una ovación cerrada a los jugadores africanos, que, pase lo que pase en este torneo, serán recibidos como héroes en Yuba, la capital de su país, después de la cita olímpica.
El himno, esta vez el correcto, se repitió desde el principio, sonó en su integridad, Gabriel retornó a cancha y Sudán del Sur festejó por todo lo alto un triunfo histórico por 90-79.
Francia demuestra, una vez más, su incompetencia para organizar unos Juegos Olímpicos a la altura que se merecen.