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Cómo recuperarte rápido después de un entrenamiento intenso: estrategias efectivas

Entrenar es importante pero saber cómo recuperar más todavía. Los músculos crecen con el descanso. ¿Cómo recuperar rápidamente?

Entrenar es importante pero saber cómo recuperar más todavía. Los músculos crecen con el descanso. ¿Cómo recuperar rápidamente?
extensión, doblando, esposa | Pixabay/CC/Mohamed_hassan

Entrenar duro en el gimnasio, el box o en casa es importante para tener una buena salud física y mental pero la fase de recuperación es fundamental para el bien de la musculatura. Tanto que su importancia radica en permitir una adecuada recuperación del organismo, disminuyendo el riesgo de lesiones y potenciando el rendimiento en futuras sesiones. Hablando de recuperación muscular existen numerosas estrategias que pueden servir tanto a atletas de élite como a aficionados al fitness. Aunque, antes de realizar ninguna es importante tener en cuenta que la efectividad de las distintas técnicas de recuperación puede variar de una persona a otra ya que factores como la edad o el nivel de condición física pueden ejercer un gran impacto en este sentido. Pero, ¿por qué es necesario hacer una recuperación? ¿Qué es la sobrecarga muscular? ¿Cuándo ocurre?

Sobrecarga muscular: qué es y cuándo se produce

La sobrecarga o fatiga muscular es la contracción involuntaria y continuada de las fibras musculares ante una situación de sobreesfuerzo o tensión permanente. Esta contracción es un mecanismo de defensa del cuerpo para evitar una lesión grave, como una contractura o una rotura de fibras. Las sobrecargas musculares provocan que el músculo se acorte y se endurezca, causando dolor leve o moderado, sensación de pesadez y dificultad para mover las articulaciones o extremidades. Pero pueden prevenirse, ¿cómo se hace?

Lo primero que hay que hacer es planificar correctamente los entrenamientos, estirar antes y después de la práctica deportiva, hidratase bien y seguir una dieta que ayude a reducir la fatiga muscular. Pero, además, el descanso es esencial para permitir que la musculatura se recupere y se pueda afrontar el próximo entrenamiento con garantías, ya que a menudo la debilidad muscular y el cansancio son la causa de las lesiones musculares.

¿Por qué es importante la recuperación muscular?

La recuperación muscular es básica para prevenir lesiones, ya que después de una actividad deportiva intensa el cuerpo necesita regenerarse y reponer las reservas de energía gastadas. Hay dos clases de recuperación muscular:

  • Recuperación activa: aquella en la que se adoptan una serie de medidas para estimular y ayudar al cuerpo en el proceso de regeneración, disminuyendo el tiempo necesario para volver a la práctica deportiva.
  • Recuperación pasiva: aquella en que el cuerpo se regenera solo, sin intervención humana.

Consejos para una adecuada recuperación

  • Sueño y descanso: Dormir entre 7 y 9 horas permite que el cuerpo se recupere a nivel celular, favoreciendo la síntesis de proteínas y la liberación de hormonas de crecimiento. Además, es importante evitar la estimulación de dispositivos electrónicos antes de dormir y crear un ambiente propicio para el descanso.
  • Hidratación adecuada: Durante el ejercicio, se pierde una gran cantidad de líquidos a través del sudor, lo que puede provocar deshidratación. Por ello, beber suficiente agua antes, durante y después del entrenamiento es clave para reponer líquidos, facilitar la circulación sanguínea y transportar los nutrientes necesarios para la reparación muscular. Pero además, en entrenamientos de alta intensidad, se pueden usar bebidas deportivas para reponer electrolitos. En este sentido, se puede aconsejar beber agua con magnesio que, además de hidratar, relajará los músculos después del desgaste del entrenamiento.
  • Nutrición post-entrenamiento: Consumir una comida o batido dentro de los 30 minutos posteriores al ejercicio puede acelerar la recuperación. Pero, en ese caso, es recomendable optar por una combinación de carbohidratos y proteínas, el motivo es que los carbohidratos ayudan a restaurar los niveles de glucógeno, mientras que las proteínas promueven la reparación muscular. Alimentos como yogur con frutas, batidos de proteína o un sándwich de pavo son buenas opciones.
  • Estiramientos y movilidad: Después de un entrenamiento intenso, los músculos suelen estar tensos y cargados, por lo que realizar estiramientos suaves o ejercicios de movilidad mejora la circulación sanguínea, reduce la rigidez muscular y previene futuras lesiones.
  • Estiramientos estáticos: Los estiramientos estáticos constituyen una técnica de recuperación centrada en la elongación controlada y sostenida de los músculos. Esta técnica implica tomar una posición de estiramiento y mantenerla durante un período de tiempo, generalmente de 15 a 60 segundos, sin movimiento brusco ni rebotes. El objetivo principal de los estiramientos estáticos es mejorar la flexibilidad muscular y articular, lo cual es de gran ayuda para aliviar la tensión acumulada durante el ejercicio intenso. Los estiramientos estáticos pueden ser aplicados a diferentes partes del cuerpo, las zonas más comunes de aplicación son los cuádriceps, isquiotibiales, espalda baja y hombros.
  • Recuperación activa: La recuperación activa involucra la realización de un ejercicio de baja intensidad tras la realización de una sesión intensa de deporte. Existen diversas formas de implementar la recuperación activa, como por ejemplo el trote ligero, caminar de forma suave o un periodo de ciclismo de baja intensidad. Estas técnica destacan por su capacidad para eliminar desechos metabólicos, como el ácido láctico, que se acumulan durante el ejercicio intenso. Al mantener un flujo sanguíneo y una actividad muscular moderada, se facilita la circulación de nutrientes y oxígeno hacia los músculos fatigados, lo que promueve una recuperación más rápida y efectiva.
  • Inmersión en agua fría: El método de recuperación en inmersión en agua fría, se trata de una técnica post ejercicio que consiste en sumergirse en agua fría tras una sesión intensa de ejercicio para favorecer la recuperación. Con esta técnica se pueden obtener beneficios como la reducción de la inflamación, alivio de dolor muscular, mejora de la circulación sanguínea, reducción de la temperatura corporal central y mejora del bienestar general. Es un método muy efectivo, sin embargo, es importante que esta práctica esté supervisada con el objetivo de evitar posibles efectos secundarios, como puede ser la hipotermia o choques térmicos.
  • Mentalidad de autocuidado: No hay que subestimar el poder de una mentalidad de autocuidado. La recuperación efectiva no solo se trata de cuidar el cuerpo físico, sino también del bienestar mental y emocional. Por ello, practicar técnicas de relajación, meditación o mindfulness para mantener el equilibrio mental en la rutina es vital.
  • Planificación y variación: Es importante diseñar el programa de ejercicios con inteligencia. Hay que asegurarse de tener días de descanso programados y variar los entrenamientos para evitar la sobreexigencia en grupos musculares específicos. La planificación adecuada ayudará a evitar lesiones y a mantener un progreso constante.
  • Escuchar al cuerpo: Por último, pero no menos importante, hay que escuchar al cuerpo. Si se siente dolor intenso o fatiga extrema, es importante dar un paso atrás y permitir que el cuerpo se recupere antes de volver a entrenar intensamente.

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