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Menchov se fija ahora el reto del Tour tras lograr su segundo triunfo en la Vuelta

El italiano Daniele Bennati (Lampre) ha conseguido su tercer triunfo parcial en la Vuelta 2007 en una jornada que ha servido para consagrar a Denis Menchov. El corredor ruso afincado en Pamplona, jefe de filas del Rabobank, ha firmado su segundo título en la ronda española tras el conquistado en 2005, vía despachos. En el podio final de La Cibeles le han escoltado dos españoles: Carlos Sastre (CSC) y Samuel Sánchez (Euskaltel).

El italiano Daniele Bennati (Lampre) ha conseguido su tercer triunfo parcial en la Vuelta 2007 en una jornada que ha servido para consagrar a Denis Menchov. El corredor ruso afincado en Pamplona, jefe de filas del Rabobank, ha firmado su segundo título en la ronda española tras el conquistado en 2005, vía despachos. En el podio final de La Cibeles le han escoltado dos españoles: Carlos Sastre (CSC) y Samuel Sánchez (Euskaltel).
(Libertad Digital) Junto a la diosa, Menchov, de 29 años, ha comenzado a disfrutar de la victoria más importante desde su debut profesional en 2000, junto a su familia y sus compañeros. Un galardón de oro que ha merecido tras demostrar ser el mejor a lo largo de 3.200 kilómetros de carretera, y que no llegó vía despacho como sucedió hace dos años después de que Roberto Heras fuera desposeído del título por dopaje.

El corredor del Rabobank escuchó el himno de su país interpretado por la banda de la Guardia Real y vio caer desde el cielo la bandera rusa, junto a la española, portada por hábiles paracaidistas. Una ceremonia que compensó la entrega a destiempo de su primer maillot oro, con un año de retraso. El ruso de Orel, formado y residente en Navarra, extendió su dominio desde la cronometrada de Zaragoza, cita que marcó la Vuelta, hasta Madrid, y aguantó 13 días el maillot oro. Impasible a los ataques y en la mejor forma de su vida, con este triunfo se carga de confianza para emprender el año que viene el reto de ganar el Tour. Además, el líder del Rabobank se ha proclamado rey de la montaña y vencedor de la combinada.

La Vuelta ha terminado con un buen balance para los españoles, ya que a los puestos de honor de Sastre -segundo- y Samuel Sánchez -tercero- hay que añadir cuatro plazas más entre los 10 primeros. Ezequiel Mosquera (Karpin) fue quinto, el escalador Igor Antón (Euskaltel) octavo, Manuel 'Triki' Beltrán (Liquigas) noveno y Carlos Barredo (Quick Step) décimo. En el capítulo de victorias parciales los plusmarquistas han sido Óscar Freire y Samuel Sánchez, ambos con tres etapas. Luis Pérez (Andalucía) logró la séptima del plantel español.

La carrera no ha resultado un portento de interés, ya que la cronometrada de Zaragoza en la octava jornada dejó sentenciada la Vuelta en favor de Menchov. De nada sirvió la subida a los Lagos en la cuarta jornada. La segunda semana fue una promoción de la siesta, y en la tercera Sastre y Samuel propiciaron una final entretenido con sus ataques en la etapa de Ávila y Abantos. El desalojo del podio del australiano Cadel Evans (Predictor-Lotto), segundo en el pasado Tour de Francia, fue el aliciente del epílogo. El recorrido y la dureza del mismo son argumentos para ser estudiados por la organización, que admite fallos al respecto: por ejemplo, poner una contrarreloj de 50 kilómetros y no más corta.

La Vuelta ha terminado sin escándalos de dopaje, algo casi insólito en el ciclismo actual, aunque el tema ha sobrevolado "gracias" a la interpretación de la UCI de la Operación puerto, empeñada en evitar que Alejandro Valverde no corra el Mundial. El tema de moda dio paso a la ruptura del Tour, Giro y Vuelta con la UCI y el ProTour, lo que sitúa al ciclismo en época de serios cambios. La última etapa fue un plácido garbeo para el pelotón, un homenaje al vencedor, un hombre tranquilo, frío y calculador que nunca llegó a tener "un día malo", que siempre tuvo buenas sensaciones. El tránsito de Rivas a Madrid sirvió para fomentar la charla y el buen ambiente, hasta que las cosas se pusieron serias a la llegada al centro de Madrid. El ritmo hasta entonces fue tan lento que el recorrido se redujo en una vuelta al circuito final, es decir, 6 kilómetros menos. Los horarios televisivos son sagrados.

El Lampre, Milram y T-Mobile impusieron la ley de "aquí no se mueve nadie". A más de 60 por hora todo el mundo obedeció. Los hombres de Petacchi lanzaron el esprint, pero Bennati volvió a demostrar su fortaleza en los metros finales, como hizo en Vigo y Talavera. Firmó el triple por delante de Petacchi, con un tiempo de dos horas, 37 minutos y 26 segundos. Y no irá al Mundial, donde si estará Samuel Sánchez, el corredor más en forma del pelotón.
 
 

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