Fue una victoria con un sabor agridulce puesto que, de nuevo, los pocos de siempre, quisieron estropear la fiesta. Aunque esta vez eran tan pocos que apenas se hicieron notar. Sólo una veintena de aficionados de los 100.000 que abarrotaron el circuito de Montmeló, en Cataluña, silbaron al himno español.
Lo hicieron cuando sonó en honor al único piloto de nuestro país que subió este domingo a lo más alto, Jorge Lorenzo, al ganar la carrera de Moto GP por delante de Valentino Rossi y Dani Pedrosa. Apenas una veintena de aficionados aparecieron con esteladas colgadas al cuello y silbando mientras sonó el himno español. Hasta que terminó y entonces volvieron los gritos de alegría.
No es la primera vez que ocurre algo así en el circuito catalán con las motos. Y aunque estos pocos lo intentaron, no pudieron estropear un momento que siempre se vive con respeto en el podio de carrera de motociclismo, cuando suena el himno del país del ganador. En Moto3 fue el del británico Danny Kent y en Moto2 el del francés Johan Zarco, ambos sin problemas. Sólo se silbó el himno español.
