La pregunta que se hacen muchos es cómo se tomó la decisión de sanción a Valentino Rossi y más cuando es casi unánime la opinión de que ha sido escasa.
Desde por qué no se tomó ninguna medida en carrera para que el resultado no condicionara la decisión, hasta la manera en que los comisarios ponderaron las declaraciones de los dos pilotos involucrados en la acción. Para poder entender la decisión hay que tener, sobre todo, en cuenta una sola cosa, que hay un Mundial en juego y que eso siempre condiciona las decisiones. Sobre todo por razones comerciales, ya que haber sancionado a Valentino Rossi con la retirada de puntos habría restado emoción y expectación al último gran premio que se celebra en Valencia.
Partiendo de esa base y de que el principal afectado es un tal Valentino Rossi que busca hacer historia con su décimo Mundial, la decisión se complica y la presión ha sido máxima para los miembros de la FIM. Dos italianos, entre ellos el ex piloto Loris Capirossi, y un español, han sido los encargados de tomar la decisión. Una medida que no se podría haber tomado en carrera porque el protocolo de este tipo de incidentes siempre recomienda escuchar antes la versión de todas las partes implicadas.
Una vez que concluye el gran premio los dos pilotos son llamados a dirección de carrera para explicar cómo lo han vivido ellos, se visionan videos y se intercambian impresiones para que los comisarios tengan toda la información posible. Una de la razones en las que se escudan los comisarios para no haber sido más duros con Valentino es que el italiano asegura que en ningún momento tuvo la intención de tirar a Marc Márquez.
Los comisarios ofrecen a Rossi el beneficio de la duda y buscan el antecedente más próximo, el ocurrido horas antes durante el warm up de MotoGP. Durante los entrenamientos matutinos dos pilotos españoles se ven envueltos en una situación similar. Hector Barberá provoca la caída de Pol Espargaró y es sancionado con un punto en su carné de competición que unido a los tres que ya tenía suman los cuatro puntos que le llevaron a arrancar la carrera desde la última posición.
Así, los comisarios lo tienen fácil y recurren a la decisión tomada horas antes, sancionado a Valentino Rossi con tres puntos en su carné, que sumado al punto que ya tenía el italiano por conducción irresponsable en San Marino mientras luchaba por la posición con Jorge Lorenzo, hacen que el de Yamaha sume los cuatro puntos que relegan al piloto a salir último en la parrilla, independientemente de lo que haga en los entrenamientos cronometrados.
Y porque siempre ha habido clases. Valentino Rossi es una clase especial y los raseros no son los mismos para él que para otros pilotos. Por eso parece que al tratarse de una decisión totalmente subjetiva, aunque el piloto italiano no estuviera jugándose el Mundial, tampoco se hubieran atrevido los comisarios a quitarle los puntos logrados en el gran premio, lo que, a priori, habría sido lo más justo: poner en igualdad de condiciones de puntos a quien sufre la agresión y quien la protagoniza. Pero eso sería en mundo idílico sin intereses de ningún tipo.
