Nada mejor que un triunfo sobre la pista para reivindicarse y responder a todas las críticas, incluidas la de su propio jefe. Jorge Lorenzo (Ducati Desmosedici GP18) ha reivindicado su condición de campeón en el circuito de Mugello, escenario del Gran Premio de Italia de MotoGP, para responder a Claudio Domenicali, director general del equipo italiano, que recientemente dijo del balear que "es un gran piloto que no ha sabido encontrar la forma de extraer lo mejor de la moto" y, de paso, lograr su primer triunfo con Ducati tras una temporada 2017 llena de sinsabores.
Lorenzo ya contestó al capo de Ducati en sala de prensa —"yo no soy un gran piloto, soy un campeón", dijo— y ahora lo hace en la pista, volviendo a subir al primer lugar del cajón —la última vez que lo hizo fue en Cheste a mediados de noviembre de 2016, entonces a lomos de una Yamaha— y liderando el doblete de la firma boloñesa en Mugello tras el segundo puesto de su compañero transalpino Andrea Dovizioso, subcampeón del mundo del pasado año.
En cambio, fue un día aciago para la Honda oficial con las caídas de los españoles Dani Pedrosa y Marc Márquez. El piloto de Castellar del Vallés se fue al suelo a las primeras de cambio y tuvo que abandonar, mientras que el actual campeón del mundo pudo reincorporarse a la carrera, aunque finalmente acabaría quedándose fuera de los puntos al terminar en decimosexta posición.
El héroe del día fue Lorenzo. Con su futuro en el aire —ahora mismo está con pie y medio fuera de Ducati, escudería con la que termina contrato a final de temporada, y todo apunta a que regresará a Yamaha para formar parte de un equipo satélite—, el mallorquín firmó una carrera antológica tras haber partido en segunda posición, entras las Yamaha de Valentino Rossi, autor de la pole el sábado, y Maverick Viñales.
No falló en Mugello el piloto de Palma, que con un paso por vuelta constante en un minuto y 48 segundos, se distanció de todos sus rivales para ganar con más de seis segundos de ventaja sobre Dovi e Il Dottore.
No defraudó Lorenzo: como auténtico especialista que es en las salidas, el español consiguió ponerse al frente de la prueba por delante de Rossi, el autor del mejor tiempo de entrenamientos, mientras que Márquez se coló un poco e intentó recuperar la plaza tras tocarse con el italiano Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP18). Justo después, sin haber podido dar siquiera una vuelta, Dani Pedrosa se fue al suelo. Junto a él, también besó el asfalto el japonés Takaaki Nakagami (Honda RC 213 V) y poco después lo hicieron el británico Scott Redding (Aprilia RS-GP), el australiano Jack Miller (Ducati Desmosedici GP17), el suizo Thomas Luthi (Honda RC 213 V) y el checo Karel Abraham (Ducati Desmosedici GP16).
Quien no hizo una buena salida fue Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), quien a pesar de salir en la primera línea completó el giro inicial undécimo y apenas ganó una plaza en la siguiente vuelta.
Mientras, Lorenzo iba a lo suyo. El mallorquín trató de imponer su ritmo, perseguido por Rossi, Márquez, Andrea Iannone, Andrea Dovizioso y Alex Rins, todos ellos rodando a ritmo de vuelta rápida.
En el tercer giro Marc Márquez superó a Valentino Rossi a final de recta y trató de ponerse tras el rebufo de la Ducati de Lorenzo, quien por entonces había conseguido algunos metros de ventaja, con Petrucci cerrando el grupo de siete pilotos que se había quedado al frente de la prueba rodando en vuelta rápida. Pero en la quinta vuelta se produjo una de las noticias relevantes de la carrera al rodar por los suelos en la curva diez Marc Márquez, cuando era segundo. Aunque intentó sin éxito evitar la caída, el de Cervera pudo regresar a la carrera en decimoctava posición, último, desde donde intentó remontar para cazar al menos algún punto para su cuenta particular, objetivo que finalmente no logró.
Lorenzo se mantuvo firme al frente de carrera y Rossi no pudo aguantar los ataques de Andrea Dovizioso —quien estableció un nuevo récord de velocidad máxima en 356,5 km/h—, que le superó en la séptima vuelta. Se las tenía el piloto de Urbino con Danilo Petrucci y Andrea Iannone de manera constante y eso permitió a Alex Rins llegar hasta ellos para pelear por la última plaza del podio.
Pasado el ecuador de la carrera Marc Márquez apenas había superado al belga Xavier Simeon y se encontraba a 30 segundos de la cabeza de carrera, con el italiano Franco Morbidelli (Honda RC 213 V) como el siguiente rival a alcanzar. Jorge Lorenzo se mantuvo firme al frente de la prueba, sin problemas físicos como en anteriores carreras en sus brazos gracias al apéndice que sus ingenieros colocaron en la parte trasera del depósito de combustible de la Ducati para poder apoyar mejor el cuerpo y las piernas en las curvas.
Se sabía que iba a ganar Lorenzo y por ello el interés de la carrera estuvo centrado en la pelea por la tercera posición. En las últimas vueltas la situación de aclaró por completo al consolidar su primera victoria con Ducati Jorge Lorenzo, mientras que Andrea Dovizioso tuvo conformarse con la segunda plaza y Rossi defendió con éxito la tercera.
Además, Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP) se tuvo que retirar antes de concluir la carrera con problemas técnicos.
