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Kia Rio 1.1 CRDI: un utilitario audaz y económico

El Kia Rio ofrece un diseño que entra por los ojos, una calidad sobresaliente y un motor diésel de tres cilindros que anda bien y gasta poco.

Los planes de Kia en Europa pasan por reponer todos sus modelos convirtiéndolos en vehículos de diseño atractivo, calidad conforme a las exigencias europeas, tecnología de vanguardia y una relación equipamiento-precio especialmente competitiva. Hasta ahora esta estrategia se ha ido cumpliendo a rajatabla aunque parece como si al nuevo Rio se le hubiese tratado con un mimo especial, tal es la excelente impresión que nos ha causado la unidad de pruebas que ha pasado por nuestras manos.

Para los que todavía no sitúan al Rio en el panorama automovilístico nacional hay que decir que esta versión de 3 puertas mide 4,04 metros de longitud, es decir exactamente lo mismo que un Seat Ibiza de idéntica carrocería, el modelo más vendido en el segmento de los utilitarios. Pero ahora clava esta medida porque la nueva generación del modelo coreano es más larga y ancha, con un aspecto más deportivo gracias a su menor altura al suelo (1,45 metros). Kia ha querido además, que su Rio destaque en espacio interior y para ello ha recurrido a una plataforma nueva con una distancia entre ejes que aumenta 70 mm. De hecho, con 2,57 metros de batalla, el Rio supera en 10 centímetros la ofrecida por su rival de Seat, una diferencia notable que le ayuda a conseguir un interior sumamente holgado para cuatro adultos y un niño, y un maletero de 288 litros, ligeramente más grande que el anunciado por el modelo español. Y una vez en el interior es verdad que las plazas traseras son espaciosas tanto en altura como en espacio para las piernas.

Además el suelo es prácticamente plano sin apenas túnel central y la consola con reposabrazos situado entre los asientos delanteros invade muy poco la parte trasera, lo que facilita aún más el acomodo de un quinto pasajero. Pero lo que sí que hay que decir es que los ocupantes de esas plazas van a sentir un poco de claustrofobia puesto que no sólo su asiento está más bajo que los de delante, si no que la línea de cintura es tan alta que la luna lateral parece más pequeña de lo que es y también queda en una posición elevada. Además, conviene acceder a la parte trasera por el lado del acompañante cuyo asiento se desplaza al abatir el respaldo, algo que no ocurre con el del conductor, dificultando bastante la maniobra si el conductor lleva el asiento muy retrasado. 

Pero sentarse al volante del Rio y conseguir casi de inmediato una buena postura de conducción es pan comido y nos recuerda rápidamente la facilidad de adaptación que se consigue por ejemplo en un Volkswagen sea cual sea el tamaño, corpulencia y peso del conductor. Sorprenden la calidad y los ajustes, el diseño y la ergonomía, sus elegantes inserciones en cromado mate y los numerosos y amplios huecos para depositar objetos cotidianos que habitualmente se echan de menos.

Terminando con el repaso al interior, conviene resaltar que el pilar B está tan retrasado y la puerta es tan grande (se nota también en el peso) que los diseñadores del interior han tenido que ingeniárselas para acercar de alguna forma el cinturón a los pasajeros de las plazas delanteras. Lo han hecho con una pieza que es como una extensión rígida que acerca el cinturón, pero que muchas veces molesta en el hombro. Lógicamente no esperábamos el sistema automático de Mercedes pero...

Consumo mínimo

Cada vez son más habituales los motores de tres cilindros tanto en gasolina como en diésel. Lo que ya no es tan habitual es que éstos ofrezcan un funcionamiento suficientemente refinado y silencioso y que encima lo combinen con un buen rendimiento y un consumo mínimo. Kia lo ha conseguido con su pequeño propulsor de 1,1 litros de cilindrada y 75 caballos. Un motor que sorprende nada más girar la llave de contacto porque no vibra, no suena raro e inicia la marcha con una suavidad increíble. Vamos, de hecho llega al interior más ruido de rodadura que de cualquier otra cosa relacionada con la mecánica. Y es que la marca utiliza para este modelo unos neumáticos Hankook Kinergy ECO en medida 185/65 R15 de bajo rozamiento, seguramente los más indicados para reducir el consumo, pero contariamente a lo habitual, muy ruidosos y sobre todo muy poco eficaces a la hora de frenar o a la hora de sujetar el coche en mojado.

El motor del Rio 1.1 CRDi de tres puertas empuja desde muy abajo, incluso se aprecia el trabajo del turbo desde unas 1.200 rpm, además el par máximo está disponible entre 1.500 y 2.750 rpm por lo que casi siempre la presión sobre el acelerador encuentra una clara respuesta en el tricilíndrico. Esa eterna búsqueda de un consumo récord ha llevado a Kia a utilizar un cambio de 6 marchas impropio de este segmento y esta motorización. De hecho, ni Ibiza, ni 208, ni Polo... ninguno de sus principales rivales recurre a un cambio de 6 marchas que ayuda a rebajar los consumos con unos desarrollos desahogados en las marchas más largas.

Sin embargo, aunque nuestro protagonista anuncia un consumo medio de 3,8 l/100 km equivalente a la cifra de sus rivales (luego hablamos de los datos que han arrojado nuestras pruebas en uso real), lo cierto es que el verdadero protagonista a la hora de hablar de consumos es la versión EcoDynamics que ha homologado un gasto medio de 3,2 litros cada 100 kilómetros, convirtiéndole en el vehículo de motor térmico que menos gasta del mercado español. Pero un poco de truco sí que hay. El Rio 1.1 EcoDynamics lleva de serie el sistema Start/Stop, una parrilla frontal y un alerón trasero específicos, y para reducir el peso, se han suprimido algunos elementos de equipamiento como el aire acondicionado, el limpia trasero, los altavoces traseros...

Estas ausencias ahorran un total de 36 kilos y en conjunto todo ello permite que el Rio más ecológico anuncie ese gasto récord. Pero solo los muy entusiastas baterrécords o los que conducen cogiendo el volante con una mano y la calculadora en la otra, querran prescindir del aire acondicionado para lograr un consumo tan bajo. Nuestro protagonista gasta sobre el papel muy poco más y no prescinde de ninguno de esos elementos tan necesarios. Respecto al consumo real lo cierto es que ha ocurrido como en cualquier otro modelo, y los 3,8 litros oficiales de media se han convertido en unos más realistas 4,8 l/100 km. En cualquier caso sorprende que a 90 km/h el gasto no supere los cuatro litros cada cien kilómetros y que haya que hacerlo muy mal o ir muy deprisa y muy cargado para superar los 6 l/100 km.

Amortiguadores hidráulicos más grandes

Pero si hay algo que sorprende de este motor es su insonorización y silencio de marcha, incluso a alta velocidad. Porque ojo, que no por tener sólo 3 cilindros y 75 caballos su uso debe limitarse a ciudad y alrededores, ya que este Rio supera un viaje largo con nota. Buena parte de la responsabilidad recae en el nuevo subchasis delantero que soporta el motor, la transmisión y la suspensión porque ha sido reforzado, añadiéndole rigidez. Los soportes del motor tienen amortiguadores hidráulicos más grandes y los de los árboles de transmisión también se han mejorado. Además salpicadero, maletero y capó están mejor aislados y el resto de la carrocería utiliza nuevos materiales absorbentes. El resultado es una marcha suave y silenciosa, y un agrado de conducción y solidez general que se aprecia solo con recorrer los primeros metros.

Esta versión del Rio no está pensada para un tipo de conducción alegre por llamarla de alguna forma, y sin embargo hay que reconocer que a medida que se aumenta el ritmo y aparecen curvas, el Rio aguanta el tipo con un comportamiento noble y predecible que no comporta ninguna complicación. De hecho esta nueva generación recurre a un eje trasero torsional con mayor solidez que evita el subviraje y a unas suspensiones de mayor recorrido. En cualquier caso en curvas a buen ritmo el coche balancea aunque se queda solo en eso, sin afectar a la trayectoria. A estas alturas, son los neumáticos de bajo rozamiento los que ponen los límites por agarre (las distancias de frenado también se alargan más de la cuenta). La dirección eléctrica por su parte ofrece la asistencia adecuada y un tacto adaptado a cada situación sin filtrar en exceso lo que pasa bajo las ruedas.

Al final, la guinda la pone un precio muy interesante que con el descuento incluido (3.235 euros) se queda en 12.165 euros, unos 3.000 euros de ahorro sobre un Seat Ibiza equivalente y con 7 años de garantía. Desde luego un respaldo comercial, un precio, un modelo y unos consumos muy a tener en cuenta.

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