Todo aquel que quiera distinguirse del resto al comprar un coche pondrá los ojos en Jaguar. Un fabricante que a lo largo de su historia siempre ha ofrecido un toque de exclusividad que no han tenido rivales como Mercedes, Audi o BMW.
Pero hasta ahora, aquel usuario que necesitaba además de distinción y lujo grandes dosis de versatilidad, tenía que mirar hacia otro lado. Eso ya ha cambiado, pues la marca británica combina en el Jaguar XF Sportbrake todo el encanto, el lujo, la exclusividad y la deportividad, con una carrocería familiar amplia y versátil. Y, además, de gran elegancia en sus líneas.
El XF Sportbrake en su modelo de acceso, cuesta 2.675 euros más que la versión sedán, pero multiplica sus posibilidades. Es suficientemente amplio y versátil para una familia con hijos o para una pareja amante de los deportes.
Además, como es norma en la marca inglesa, cuenta con unos motores potentes pero respetuosos con el medio ambiente. Y también con un comportamiento a la altura de la tradición de Jaguar. Todas ellas son características comunes a los modelos de la marca.
Pero lo que realmente distingue a este Sportbrake son, por ejemplo, los 550 litros de su maletero a los que se accede gracias al portón automático y la facilidad para ampliar el espacio de carga gracias a los respaldos abatibles por partes asimétricas. Éstos se abaten de forma semiautomática mediante unos tiradores situados en la zona de carga.
Los motores son todos turbodiésel pero sobre todo sorprende el 2.2D de 4 cilindros y 200 caballos por su empuje y su consumo ya que homologa tan solo 5,1 l/100 km de media. Por encima y a una gran distancia en precio se encuentran los V6 con 240 y 275 caballos, mecánicas algo más refinadas para el que tenga una cuenta del banco saneada.
Aquí tienes más información sobre el Jaguar XF Sportbrake.