"En el futuro, no necesitarán caballos. Hay vehículos motorizados llamados 'automóviles'", decía el Doctor Emmet Brown en 1885, en la tercera entrega de la saga Regreso al Futuro. El caso es que en un futuro no muy lejano serán los automóviles los que no necesitarán conductores, y no se trata en absoluto de ciencia ficción, sino de realidad.
Las firmas automovilísticas están apostando por tecnologías que hacen automóviles más seguros, autónomos e inteligentes. Y con prototipos de vehículos que conducen por nosotros ya en las carreteras europeas y norteamericanas, podemos ir haciéndonos a la idea de valorar nuestro vehículo ya que los coches autónomos van a estar entre nosotros mucho antes de lo que pensamos. ¿Quién no soñó de pequeño ser como Michael Knight y ponerse al volante de KITT? Pronto podremos cumplirlo; según prevén los fabricantes de automóviles, la producción en serie llegará en 2020.
Con los avances en los sistemas electrónicos de los automóviles, luces que se encienden automáticamente, limpiaparabrisas que se activan con la lluvia, sistemas automáticos de aparcamiento como la aplicación Automatic Parking Assistant de Bosch, los asistentes para esquivar obstáculos de Ford, la automatización parcial de ayuda al conductor en situaciones de atasco en autopista desarrollada por Continental, la conducción mental (BrainDriver) que se desarrolla en la Universidad de Berlín y la conducción automática a 130 km/h que Continental prevé tener lista en 2025; la pregunta que nos hacemos todos es la siguiente: ¿qué papel desempeñaremos los conductores?, ¿hasta qué punto será seguro conducir este tipo de vehículos?
Es humano pensar, valga la redundancia, que estos sistemas van en contra de todos aquellos que realmente disfrutan de la conducción, pues relegan al conductor a un segundo plano. De esta forma, nuestra interacción con el vehículo se limitaría a sentarnos en el asiento e indicar el punto de destino y la hora de llegada, mientras dorminos, jugamos con los niños, leemos la prensa o vemos una película.
Y es que es que para el 70% de los conductores encuestados por la empresa Bosch sobre sistemas de asistencia de conducción en España, es importante que el conductor pueda continuar controlando el coche y que el sistema automático pueda ser desactivado en cualquier momento. A pesar de estas reticencias, en un estudio sobre movilidad realizado por Continental, muchos usuarios se muestran a favor de este tipo de tecnología: el 79 % de los chinos, el 61 % de los japoneses, el 53 % de los alemanes y el 41 % de los estadounidenses consideran la conducción automatizada como útil.
No obstante, todavía queda mucho camino por recorrer. Para empezar, para que circulen turismos de forma automática por nuestras carreteras no solo habrá que desarrollarlos y solucionar los problemas técnicos que pudieran aparecer, sino también el precio de estos vehículos debe ser asequible, por lo que se requiere el desarrollo de tecnologías de bajo coste. Por otro lado, también será absolutamente necesario cambiar la legislación en materia de tráfico a nivel mundial ya que de acuerdo a la regulación actual (basada en el Convenio de Viena de 1968) el conductor tiene la responsabilidad sobre el vehículo. Por lo que en caso de que nuestro sistema provoque una infracción, la sanción la pagaremos nosotros, ni Bosch, ni Continental, ni el fabricante del vehículo.
Si Bosch es el primer proveedor que está realizando pruebas reales de conducción autónoma en Europa, en EEUU es Google quién las realiza. Unidades del Toyota Prius y Audi TT equipadas con videocámaras, sensores de radar y tecnología láser unidades del Toyota Prius y Audi TT yan han circulado 200.000 kilómetros de forma autónoma por el estado de California sin ningún problema. Por su parte, las firmas de automoción que ya disponen de automóviles que se conducen solos son: BMW, Ford, Honda, Mercedes-Benz, Nissan, Renault, Toyota y Volvo. Este último fabricante además, ya ha anunciado que en 2017 habrá un centenar de coches por las calles de Gotemburgo capaces de circular sin la ayuda del conductor durante 50 kilómetros tanto en ciudad como en autopistas.
Y como no podía ser menos, Elon Musk, la mente privilegiada detrás de Tesla Motors, ha asegurado que los vehículos autónomos fabricados por su compañía estarán disponibles en el mercado norteamericano este verano. Musk, afirma que sus vehículos conducirán solos, que podrán ir a buscar a sus dueños estén donde estén, y que estarán disponibles para quien los quiera comprar en cuestión de tres o cuatro meses. ¿Será verdad, y estamos a tan solo unos meses de ver el primer "coche fantástico" real de la historia? Tendremos que esperar para verlo…