Aunque Toyota apuesta por la tecnología híbrida y la eficiencia máxima para todos sus modelos, la firma japonesa no olvida la competición y el año pasado volvió a uno de los campeonatos donde mayores éxitos ha cosechado: el Mundial de Rallys. Lo hizo con el Toyota Yaris WRC, que es precisamente el modelo que ha servido de inspiración para este Yaris GRMN, desarrollado por el departamento de competición Gazoo Racing. Con carrocería de tres puertas, no llama precisamente la atención respecto a otro Yaris normal, salvo si nos fijamos en los adhesivos exteriores, en su salida de escape central o en su alerón posterior. Detalles que muestran que no es un Yaris al uso, pero que no son estridentes.
Tampoco en el interior hay excesos en el diseño. Eso sí, cuenta con unos estupendos asientos de competición que ‘abrazan’ al conductor, con el mismo volante que lleva el GT86 y con unos pedales en aluminio -salvo el acelerador- que le dan un aire deportivo. Y, al igual que en los coches de competición, dispone de un botón, que lleva grabadas las letras GRMN y que es el encargado de dar vida a su motor 1.8 VVT-i; un propulsor fabricado por Toyota pero que hasta ahora solo utilizaba el Lotus Elise.
El resultado son 212 caballos de potencia, que lo convierten en uno de los utilitarios más poderosos del mercado, pues solo se ve superado en potencia por los 220 caballos de que dispone el Renault Clio R.S. 220 Trophy. Con esa ‘caballería’ es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos o de alcanzar los 230 km/h de velocidad máxima. Eso sí, a costa de un consumo en el que parece olvidar que es un Toyota, pues en ciudad ha homologado 10,6 l/100 km. Pero su objetivo es otro, luchar de tú a tú con los utilitarios más radicales, como el DS3 Racing, el Volkswagen Polo GTI o el mencionado Clio. Solo 400 podrán hacerlo, porque este Yaris GRMN se ofrece en una versión limitada y su precio en España es de 29.900 euros.