Citroën ha cambiado por completo su C4 Cactus, el modelo con el que inauguró el nuevo estilo de diseño caracterizado por una imagen más innovadora y juvenil, con un cierto aire transgresor. Unos rasgos de los que después se han nutrido el C3, el C3 Aircross o el futuro C5 Aircross. Por eso, el modelo fabricado en Villaverde (Madrid) es, en cierto modo un precursor.
Y ahora, para la segunda generación, la marca francesa apuesta porque el Cactus se convierta en referencia en cuanto a confort de marcha. Para ello estrena sistemas innovadores -que posteriormente llegarán al resto de la gama-, como las suspensiones de amortiguadores progresivos hidráulicos o los asientos Advanced Confort. Son innovaciones que se suman a la batería de sistemas tecnológicos de seguridad y ayuda a la conducción (12 dispositivos diferentes).
El nuevo Citroën C4 Cactus se pone a la venta en España con dos posibles opciones mecánicas: en gasolina el 1.2 PureTech 110 S&S y, en diésel, el 1.6 BlueHDI de 100 caballos, también con sistema Start & Stop. La gama se estructura en tres niveles de acabado -Live, Feel y Shine-, además de una versión especial para empresas, con un acabado denominado Business. Y desde el nivel de entrada, el equipamiento que ofrece es muy completo y ya incluye aire acondicionado y pantalla táctil de 7 pulgadas con kit manos libres Bluetooth, así como tecnologías y ayudas a la conducción, como la ayuda a la salida en pendiente (Hill Assist), el detector de neumáticos poco inflados o el regulador y limitador de velocidad programables. Y para el lanzamiento, una versión especial limitada a 260 unidades que añade equipamientos por valor de 2.000 euros.