El Opel Grandland X ha llegado al mercado con fuerza y la marca ya ha anunciado que tiene 70.000 reservas de este SUV de 4,48 metros de largo, que se coloca en el mercado en un segmento de lo más competido, en el que encontramos modelos como el Nissan Qashqai, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Seat Ateca, Renault Kadjar o Peugeot 3008.
Para aumentar su atractivo, acaba de completar su gama de propulsores con un nuevo motor diésel 2.0 litros de 177 caballos, que se asocia a un cambio automático de ocho velocidades. Este propulsor aumenta la oferta mecánica, en la que figuraban el 1.2 tricilíndrico de gasolina de 130 CV y el diésel 1.6 de cuatro cilindros y 120 CV. Con el nuevo motor, el Grandland X es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos, con un consumo medio de 4,8 l/100 km y unas emisiones de CO2 de solo 126 g/km. Su velocidad punta es de 214 km/h.
El nuevo motor se vincula al nuevo acabado Ultimate (39.800 euros), el más alto, que cuenta de serie con un buen número de ayudas a la conducción y en opción puede equipar el control de tracción optimizado IntelliGrip, con cinco programas a elegir. En primavera, la gama del Grandland X sustituirá el motor diésel 1.6 por un 1.5 de origen PSA, con 100 y 130 caballos. A finales de verano llegará un propulsor 1.6 Turbo de gasolina con 180 CV, mientras que para 2019 se espera el Grandland X PHEV, con mecánica híbrida enchufable y tracción a las cuatro ruedas.