El Volvo XC90 se actualiza e introduce mejoras en las mecánicas, donde estrena un sistema de hibridación suave o mild hybrid (desde 58.832 euros) que combina el motor diésel de 2.0 litros y 235 caballos junto a una batería de 48 voltios y un sistema KERS de recuperación de energía cinética con lo que consigue mejorar la eficiencia y reducir los consumos en un 15%. La energía que se produce al frenar es capturada por el sistema KERS y almacenada para ser utilizada después y ayudar al vehículo a acelerar o para dar soporte a elementos como las luces. A esto también se añade una caja de cambios automática mejorada que hace más eficientes los consumos.
El XC90 está disponible en los acabados Momentum, R-Design e Inscription y con los motores mild-hybrid diésel con 235 CV, dos de gasolina con 250 y 310 CV y el T8 gasolina híbrido enchufable con 390 CV de potencia. Este último también recibe mejoras ya que incrementa la capacidad de su batería de 10,4 a 11,8 kWh, lo que supone un aumento de la autonomía en modo eléctrico que pasa de 35 a 46 km.
Además, el XC90 también actualiza su equipamiento con una nueva parrilla delantera y un diseño más bajo del parachoques delantero. Las entradas de aire también tienen una estética ligeramente renovada y hay nuevos diseños de las llantas de aleación. Además ahora, todas las versiones del XC90 vienen equipadas con raíles en el techo y doble salida de escape integrada de serie. En el interior añade dos nuevos puertos USB de serie.
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