Estos dos nuevos modelos llegan con un carácter deportivo tan marcado que casi hace que nos olvidemos del hecho de que son dos coches completamente eléctricos y que, por lo tanto, las innumerables ventajas de las que disfrutan, unidas a su imponente presencia hacen de estos dos un plato todavía más apetecible.
Para comenzar a diferenciarse de los e-tron corrientes llegan equipados con tres motores. Esto los convierte en los primeros coches de producción a gran escala que montan una tecnología triplicada de este nivel. El reparto se salda con uno en cada rueda trasera y el tercero situado en el eje delantero. Con este triple músculo dando energía, el coche goza de 503 CV de potencia al uso. Toda ella viene entregada por parte de una batería de alto voltaje de 95 kWh que permitirá al e-tron S recorrer 359 km mientras que en el caso del e-tron S Sportback esta autonomía se verá aumentada ligeramente hasta alcanzar los 363.
Para favorecer su eficiencia, la mayor parte del tiempo solo funcionarán los dos motores traseros, por lo que tendremos un coche con tracción trasera casi todo el rato excepto cuando demandemos una entrega mayor de potencia o el coche se vea perdiendo tracción, en cuyo caso entrará a la función el motor delantero.
Estos Audi e-tron S y e-tron S Sportback gozan de una altura que se reduce en 76 mm, una anchura que crecen en 50 y unas llantas de serie que son de 21 pulgadas, pudiendo aumentarse incluso hasta las 22 opcionalmente.
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