Ahora sí, Alonso, el primero de los mortales
Espectáculo de la FIA aparte, sólo han pasado dos grandes premios y han sido suficientes para ver que Red Bull está muy por encima del resto de coches de la parrilla de F1, segundo gran premio y segundo doblete de la temporada. Lo demuestra la fantástica remontada de Max Verstappen desde la décimo quinta posición a la segunda, así como la vuelta que el sábado le permitió a Sergio Pérez conseguir la pole en la clasificación. Sólo el binomio Aston Martin Fernando Alonso se acerca algo a los coches del toro.
De momento sólo nos queda esperar a ver si las evoluciones que traigan en los próximos grandes premios los de Silverstone pueden llegar a inquietar algo a la escudería austriaca. Eso o que los problemas de fiabilidad se agudicen en el garaje del Toro. Aunque siendo francos desde Red Bull, Ferrari y hasta Aston Martin han demostrado que todavía queda por afinar la mecánica para alcanzar una mejor fiabilidad.
Aún así parece que se confirma que el bicampeón español tiene coche para luchar, lo hizo el sábado en clasificación, y eso que es el punto débil del Aston Martin, y en carrera, pese al fallo en la colocación en la parrilla que le valió a Alonso una penalización de cinco segundos. Y no sólo coche, Fernando también cuenta con un buen equipo, en el box la comunicación fluye y entre el safety car que provocó Stroll y el buen hacer en la parada, la penalización de cinco segundos se diluyó como un azucarillo en un vaso de agua.
Aston Martín, y eso que cuenta con motor Mercedes, han demostrado ser más eficientes que la propia escudería de las flechas plateadas, que pese a que han respondido algo mejor que en Baréin siguen con mucho problemas de tracción que les limita en el paso por curva.
Los derrotados en Yeda han sido sin duda los Ferrari, que partían como favoritos por la velocidad punta y han terminado lejos del podio. Más excusas tiene Leclerc que salía décimo segundo por la penalización por cambiar parte de su mecánica, pero quizás el que más decepcionó fue Carlos Sainz que partía cuarto y no pudo siquiera conservar la posición y terminó sexto por detrás de los dos Mercedes.
Aunque si somos sinceros, los que más han perdido en la noche de Arabia Saudí han sido, una vez más los comisarios de la FIA. La cronología es de locos y la imagen que han dado es bochornosa. Que comunicaran a Alonso que tenía una sanción de 10 segundos por incumplir su sanción durante su parada una vez finalizada la carrera, volvía a poner en tela de juicio las acciones del máximo órgano regulador de la F1. Las decisiones se toman en carrera, se comunican en carrera de manera que los pilotos, los equipos puedan actuar en consecuencia o cambiar estrategias.
Una decisión que arrebata a Alonso su podio número 100 y se lo regalaba a George Russell de Mercedes. Pero los despachos seguían abiertos y unas horas después la FIA reculaba y le devolvía el podio a Fernando. El problema es el de siempre, o los comisarios no se leen bien las normas o estas son tan vagas que siempre cabe la duda y por tanto el escarnio o la trampa.