
Austin se tiñe de rojo y Verstappen evita la sangría

El descanso de tres semanas y las mejoras que Ferrari han llevado a Austin le han permitido al equipo italiano firmar un doblete que salva los muebles de los de cavallino rampante este año que ya suman cuatro victorias esta temporada. Charles Leclerc, gracias a una salida extraordinaria llena de picaresca ha conseguido una nueva victoria seguido de Carlos Sainz que se mostró decidido y cómodo con un coche con mucho ritmo que les ha funcionado todo el fin de semana. Primero y segundo que le sirven a Ferrari para seguir vivos en la lucha por el Mundial de constructores y confirmar que la línea de evolución es la correcta.
Y lo que no parece muy correcta es la sanción impuesta por los comisarios a Lando Norris cuando en su lucha con Max Verstappen por la tercera posición, el neerlandés le forzó al inglés fuera pista cuando Norris le tenía ganada la posición. Cinco segundos de penalización que le permitió a Versteppen mantenerse en el podio y ampliar la ventaja en la clasificación de pilotos con el hombre de McLaren. A este ritmo, entre la conservación de neumáticos y que ya te sancionan en cuando luchas un poco y usas la zona exterior, la Fórmula 1 se va a convertir en un scalextric de un coche detrás de otro y poco más. Esto no resta valor a la defensa magistral de Verstappen por la tercera plaza que al final, y pese a la sanción le ganó Norris que vuelve a quedarse fuera del podio, parece que nada se va a poder hacer para que el neerlandés se proclame de nuevo campeón.
Y si poco se puede hacer para que Verstappen no gane este Mundial, menos aún pueden hacer los hombres de Aston Martin, con Fernando Alonso decimotercero, poco se puede hacer para levantar una temporada que ha tenido más éxitos en los despachos, sobre todo después del fichaje de Adrian Newey, que dentro de la pista. Los coches verdes ya ni siquiera pueden luchar por entrar en el top diez y está claro que la temporada la dan por amortizada en el garaje de la escudería británica.
Pero no nos engañemos, esta temporada ha sido irregular para muchos pilotos y equipos, razón por la que Red Bull ha podido vivir su peor crisis de los últimos años y seguir líder del mundial de pilotos. Tanto Ferrari, como Mercedes e incluso McLaren han sido un poco como el Guadiana, han aparecido y desaparecido según el circuito y no ha podido aprovechar la debilidad de la escudería del Toro.
Mercedes ha sido uno de los equipos con más altibajos. En Austin las flechas plateadas han vivido uno de sus peores grandes premios con Hamilton fuera, tras perder el coche y terminar en la graba al poco de arrancar el gran premio, y con Russel teniendo que cumplir una sanción de cinco segundos por forzar a Bottas fuera de pista, algo que también hizo Verstappen con Norris pero que los comisarios vieron al revés y al final sancionaron al inglés.
Tampoco McLaren, pese a la lucha que Lando Norris mantuvo con Verstappen, han sabido aprovechar el potencial del monoplaza para hacer posible el sorpaso a Red Bull. Las órdenes de equipo, la falta de decisión y de experiencia de Norris que ha tenido que luchar hasta con su compañero de equipo han dado aliento a un Verstappen que está demostrando tener la mente fría y la capacidad suficiente de sufrimiento al volante como para mantener la ventaja que le hará de nuevo campeón.