¿Cuánto tuvo que ver Hacienda en la retirada de Jorge Lorenzo?
El talento y los logros de Jorge Lorenzo, cinco mundiales de motociclismo, tres de ellos en la categoría reina, le colocan como uno de nuestros mejores deportistas de todos los tiempos. Un referente para toda una generación de pilotos, como el propio Marc Márquez, que soñaron ser alguna vez como el mallorquín. Conocido por su carácter directo, en ocasiones algo fanfarrón, en sus primeros años de competición, y un deportista extremadamente meticuloso que protagonizó uno de los enfrentamientos más comentados en el deporte español, el que mantuvo con su rival Dani Pedrosa en el que tuvo que intervenir el mismísimo Rey Emérito.
Copiado en ocasiones por el que fuera su compañero de equipo y al vez adversario, Valentino Rossi, que miraba de reojo su box cuando militaban en el equipo Yamaha, protagonizó una retirada gris y algo triste. Nadie entendía cómo todo un cinco veces campeón del Mundo no era capaz de domar a la Honda con la que Márquez marcaba récord tras récord. Cierto que la moto había crecido a imagen y semejanza del de Cervera, pero no era habitual ver a un Jorge con miedo, frenando antes de tiempo o desdibujando una trazada que con el triple diapasón, e incluso con la Ducati, solía ser de libro, fina y rápida.
Jorge ya no sonreía y ahora sabemos que no todo era por la moto. Desde que Jorge Lorenzo debutó en 125cc y sobre todo tras apartar a su padre en dos y medio como mánager o ayudante en los circuitos, Lorenzo se esforzó muchísimo en trabajar su mente para que nada ni nadie supusiera un disruptor de su rendimiento deportivo. Aprendió a hablar ante la prensa, incluso se atrevió escribir sus propios artículos o ser parte activa de su propio libro que sacó a la luz con la colaboración del periodista Ernest Rivera. Lorenzo se construyó su coraza con un equipo muy selecto de confianza, desde Ramón Forcada en la dirección técnica a Héctor Martín, jefe de comunicación del mallorquín durante gran parte de su carrera. Todo para centrarse en sus aspiraciones, ser campeón.
Ahora después de casi tres años de su retirada ya sabemos que no todo fue la moto y la presión por la falta de resultados, de hecho tenía la confianza de Honda y su jefe de equipo, Alberto Puig. Tras conocer el dictamen del Tribunal Económico Administrativo de Cataluña, quien le ha dado la razón frente a la cantidad que le reclamaba la Agencia Tributaria por el IRPF de 2016 ha salido a la luz, gracias a su propio testimonio, la "persecución" a la que se vio sometido.
El propio Lorenzo lo ha descrito como una pesadilla. Imagínense que antes de subirse a una MotoGP, las más potentes del mundo, para competir en el categoría más exigente donde se sobrepasan los 300 kilómetros por hora, unos emisarios de Hacienda te paran para exigirte documentos fiscales. Un circo a la vista de todos, ideal para el escarnio del piloto y solo unos segunda antes de abrir gas y jugarse la vida.
Y pese a que durante años Lorenzo se preparó para el ruido mediático, las críticas o los cuestionamientos de sus logros, como el de su último Mundial conseguido el año de la famosa "supuesta" patada de Rossi a Márquez en el que el italiano llega a acusar a su compañero de acuerdo secreto contra él, los requerimiento de Hacienda mermaron su concentración, su energía y terminaron por afectar al mejor de sus activos, su rendimiento deportivo.
Ahora después de la decisión del citado Tribunal hemos vuelto a ver al Lorenzo de siempre que se ha podido desahogar y contar lo que ha vivido por decidir vivir en un país que no es España, en Lousane, después incluso de que la justicia Suiza le diera la razón frente a las autoridades españolas. Para Hacienda eso de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario no parece que funcione mucho, pero lo peor es habernos privado de los últimos años de un campeón de un genio de las dos ruedas que se merecía otra retirada y otro adiós.