En los últimos meses hemos leído declaraciones del piloto mallorquín en donde asegura sentirse a gusto estando fuera de las carreras, sin la presión de los grandes premios y dedicándose a desarrollar la marca que le dio todas las alegrías en la categoría reina. Ahora y ante la noticia del positivo por Covid 19 de Valentino Rossi se abre la posibilidad de que Jorge Lorenzo vuelva a la parrilla.

En condiciones normales, si nunca hubiera existido la pandemía, Jorge debía haber participado como piloto invitado en el GP de Cataluña, en Montmeló, pero las limitaciones, los grupos burbuja, la vida, hizo que el regreso del tricampeón de la categoría reina se quedara por el camino. Si Valentino sigue dando positivo para el próximo gran premio, no este fin de semana sino el siguiente que se celebra también en Motorland, Yamaha deberá sentar en su moto a un piloto sustituto y podría ser Jorge, lo que sería anecdótico después de tantos dimes y diretes entres los dos cuando militaban en el mismo equipo, después de aquel muro que construyó Valentino mientras ojeaba con el rabillo del ojo la telemetria del mallorquín para saber cómo encaraba las zonas más lentas y reviradas.

Ya sería noticia si al final se confirma la vuelta de Lorenzo, pero que lo hiciera en la moto de Il Dottore añadiría un morbo especial al que los periodistas no nos podemos resistir. ¡Qué de vueltas da la vida! En cualquier caso y siendo realista, es difícil que Jorge vuelva, quizás Yamaha pretenda premiar a alguno de sus pilotos satélite, no creo que a Quartararo porque le puede influir en su rendimiento y por tanto en su defensa del liderato en el Mundial, pero sí algún piloto al que tengan el ojo echado. Estrategia de Yamaha y pundonor de Valentino que seguro tendrá voz y voto ante la decisión de quién se sube a su preciada joya, y conociendo a Rossi y pese a que ahora hablará maravillas del que fue su compañero, seguro que prefiere elegir a un compatriota y más si pertenece a su academia.

Lo más normal es que todo quede en casa pero la posibilidad es factible y nos hace soñar ver de nuevo a Jorge y hacerlo en una condiciones muy favorables para él. Es decir, sin Marc Márquez, sin Rossi y con mucho más que ganar que que perder. Supondría para él quitarse esa sensación de derrota con la que se fue, ante su naufragio con Honda, supondría poder demostrar sobre todo a sí mismo, que sigue siendo el gran Lorenzo, el tiralíneas que siempre ha fascinado a la afición, ese piloto metódico y efectivo que fue merecedor del título en hasta cinco ocasiones. Yo voto por él, voto por Jorge, que a falta de Marc y con lo loco que está el Campeonato sería un aliciente maravilloso, una alegría entre tanta tristeza de ver nuestros circuitos, a diferencia de otros en otros países, vacíos de aplausos, de tracas y olor a goma quemada.