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Las "divertidas" ruedas de prensa de F1

Me van a disculpar pero esta vez quiero apartarme un poco de los temas deportivos y técnicos del automovilismo para entrar en lo anecdótico. En realidad se me ocurrió al leer el comentario de un lector en el que lamentaba que ya no se pudiera disfrutar de las conferencias de prensa después de los grandes premios de F1. Es verdad, ya no podemos disfrutarlo y aunque es una pena, tal vez no compensa a la cadena. Muchas veces estas conferencias son aburridas pero otras suelen ser hasta graciosas y algunas pasar incluso a la historia.
 
Personalmente, hay una que se ha quedado en mi memoria. Fue la de Ayrton Senna después de proclamarse campeón del mundo en Suzuka en 1991. Aquel día regaló la victoria a Berger a pocos metros de la meta (el segundo lugar le era suficiente) y después de la carrera relató lo que había ocurrido en los últimos tres años, en especial por los incidentes ocurridos en los GP de Japón de 1989 y 1990. Senna habla más claro que nunca y denuncia públicamente el robo que sufrió en el primero de esos años, cuando el entonces presidente de la FIA, Jean Marie Balestre, –amigo personal de Alain Prost– le birló una victoria que aún le daban oportunidades para ser campeón después de una remontada increíble.
 
 
Luego hay conferencias que rozan lo trágico y lo cómico. En el primero de los casos puedo mencionar la que protagonizó Michael Schumacher tras ganar en el GP de Italia en 2000. El periodista le preguntó si representaba mucho para él igualar las 43 victorias de Senna. La respuesta es clara y el alemán rompe a llorar a tal punto que no puede seguir. Hakkinen –un tipo gracioso y divertido, qué diferencia con Raikkonen– fue el primero en intentar consolarlo pese a que el hermano Ralf estaba a su lado. Pidió una pausa (can we have a break?) y le pasó el turno al entonces piloto de Williams. En el segundo caso, recuerdo la ocasión en que Irvine no dejó de molestar a Hakkinen después del GP de Canadá de 1999 cuando comenzó su turno en finlandés.
 
 
Y luego están los graciosos rozando lo borde. Una vez más, Hakkinen nos regaló una respuesta "divertida" cuando el periodista afirmó que su victoria en el GP de  España de 1999 había parecido más bien fácil. "Oh sí, fue tan fácil, no puedes ni creerlo. No, no lo fue, obviamente. Nunca lo es". En el segundo, Montoya fue el protagonista cuando tuvo que hablar sobre un incidente con Schumacher en Imola 2004. En plena pelea por la victoria, el colombiano atacó al alemán pero se vio literalmente empujado fuera del trazado. El de Ferrari dijo que no le había visto. La versión de Montoya fue clara: "Estoy impresionado. Estaba delante de él cuando estábamos frenando" y cuando vio las imágenes dijo irónico: "Oh no, no me vio ahí. No había oportunidad". Ante la carcajada generalizada atacó: "O tienes que ser ciego o estúpido para no verme pero ya sabes, así son las carreras". Jenson Button fue más diplomático al preguntarle sobre las imágenes: "Me lo perdí, no vi esa parte" lo que generó la risa tanto de los periodistas como de Schumacher y Montoya.
 
 
En la actualidad, pese a que algunos de estos vídeos no tiene muchos años, todo parece más serio y aburrido en las F1, en especial por la relación que existe (o que no existe) entre los pilotos.

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