Menú

Marc por los suelos, adiós a Suzuki y Ducati vuelve a lo más alto

Ducati vuelve a saborear las mieles del triunfo
Ducati vuelve a saborear las mieles del triunfo | EFE

Han pasado quince años desde que el número 27 de Ducati llevara a la fábrica de Paniadore a lo más alto del motociclismo mundial ganando la categoría reina. En aquel año 2007 Casey Stoner rompió con la supremacía de las motos japonesas. Años más tarde otros campeones intentaron reeditar el logro del australiano. Entre ellos el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi o el pentacampeón español Jorge Lorenzo, pero la Ducati no es una moto fácil.

Su potencial imbatible en recta y habiendo revolucionado el mundo de la aerodinámica en las motos, Ducati ha vuelto y lo ha hecho con un hombre de casa. Pecco Bagnaia, que el año pasado se quedó sin corona por falta de regularidad y muchas caídas, ha sabido reponerse de tal manera que ha llegado a la última carrera del campeonato con el Mundial casi atado. Pero tratándose de Peco, y sus fantasmas junto a la puzolana, todo podía pasar.

El vigente campeón hasta llegar a Cheste, Fabio Quartararo, lo intentó, pero la Yamaha lleva dando señales de agotamiento desde hace muchas carreras y el rédito conseguido en la primera parte del campeonato se esfumó tras el parón veraniego con una Ducati, la de Bagnaia que más parecía el Red Bull de Max Verstappen. Ducati lo ha ganado todo en MotoGP, el título de pilotos, el de equipos, el rookie, todo. También es cierto que eran la fábrica con más motos en pista, es decir, con más dinero invertido para lograr lo que han hallado, ser los líderes absolutos del motociclismo mundial.

Además, desde 2009 un italiano no conseguía el Mundial de la categoría reina. Así Francesco Bagnaia toma el relevo de quien un día le acogió en su rancho, Valentino Rossi. Peco es un piloto nacido de las victorias y la pasión por el Il Dottore que ha puesto en pista una de las mejores generaciones de pilotos italianos de las últimas décadas.

Todo en un año raro, sin Márquez, que terminó en el circuito de Ricardo Tormo por los suelos, una metáfora de lo que lleva siendo su carrera los últimos años, y con una despedida dolorosa, la de Suzuki. Algo se apaga, en cuanto al motociclismo se refiere, en el país del sol naciente. A partir del martes, Honda y Yamaha volverán a intentar recuperar su trono con las motos del próximo año. Honda lo fía todo a Márquez, y contarán con una nueva incorporación Joan Mir, y Yamaha espera poder evolucionar una moto que sigue viviendo de los réditos de la época de Valentino y Lorenzo.

No se puede cerrar la temporada sin hacer una mención especial para Aleix Espargaró y Aprilia. Es verdad que al final ni mundial de pilotos ni subcampeonato por equipos. Pero la hazaña de que una fábrica menuda, de las de atrás de la parrilla haya luchado seriamente por el Mundial solo demuestra el potencial de nuestros pilotos, su lucha, su garra. Así que bravo por Aleix que lleva años peleando con los más jóvenes pero que ha puesto en valor la experiencia y el trabajo duro.

Temas

Herramientas