
Márquez brilla pese a la caída y la fiesta de Ducati

Cuántas cosas para analizar nos ha dejado el Gran Premio de Francia, el número mil del Mundial de Motociclismo. El podio demuestra que estamos en la era Ducati y de la aerodinámica, después de que Bezzecchi, Jorge Martín y Zarco completaran un podio que se decidió por las caídas, sobre todo en la parte delantera de la carrera.
Caídas que han demostrado que Marc Márquez no es el único que se equivoca o lleva al límite la conducción, el propio vigente del campeón, el italiano Francesco Bagnaia cerró excesivamente la trazada a Maverick Viñales provocando el choque y la caída de ambos pilotos cuando luchaban por el podio. Me pregunto qué hubiera pasado si en lugar del italiano esa maniobra la hubiera protagonizado Márquez, incluido el momento del enganchón entre ambos en mitad de la graba.
Y pese a la caída de Márquez, cuando solo quedaban dos vueltas para cruzar la línea de meta, el ilerdense demuestra cada vez que se sube a la moto que es extraordinario, que es especial y que, pese a no obtener resultados desde hace mucho tiempo por distintas circunstancias, es el mejor. Sólo hay que ver el resultado de los otros pilotos de Honda, en esta y en las anteriores carreras donde no ha podido correr Marc.
Pese haber estado lesionado y sin correr durante varios grandes premios, Márquez ha estado arriba en cada entrenamiento en Le Mans, consiguió con habilidad y pericia la segunda posición en parrilla y pudo disputar durante casi toda la prueba la segunda posición a toda una Ducati. Los adelantamientos, las frenadas que construye Marc con la Honda son únicas y sólo él es capaz de hacer la moto competitiva. También es cierto que lo hace, llevando al límite a la moto y a su propio cuerpo y esto provoca que, en muchas ocasiones, más de las que desearía, termine en el suelo.
Marc sabe que la velocidad en recta en una gran carencia de su moto y por eso debe arriesgar en curva y sobre todo en las frenadas. Esto conlleva un desgaste excesivo de los neumáticos, sobre todo del delantero y explica la caída de este domingo de Márquez cuando rodaba tercero y acababa de ser adelantado por Jorge Martín. Una tercera posición, después de la quinta el sábado en la carrera al sprint, hubiera sido un resultado brillante, pero la maldición persigue a Marc que seguro que no se va a rendir e intentará poner a punto su nuevo chasis Kalex que parece, al menos, haber dado algo más de estabilidad y confianza al ilerdense.