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Preocupa la superioridad de Verstappen en Spa

Parece que nada afecta al Red Bull: ni las penalizaciones, ni la degradación, ni el cambio de tiempo vivido en Bélgica este fin de semana.

Parece que nada afecta al Red Bull: ni las penalizaciones, ni la degradación, ni el cambio de tiempo vivido en Bélgica este fin de semana.
Max Verstappen celebra su victoria en el GP de Bélgica en Spa-Francorchamps. | EFE

De confirmarse la evolución que Max Versptappen y Red Bull han demostrado en Spa, podría decirse que se acabó el Mundial. El piloto holandés salía decimocuarto, después de cambiar la unidad de potencia de su monoplaza, y antes de la primera parada ya lideraba la carrera. La forma de adelantar al resto de monoplazas, como si Verstappen estuviera en otra categoría superior al resto de coches y la manera en que el vigente campeón ha conservado los neumáticos, hacen pensar que el equipo austriaco ha encontrado algo más.

Adrian Newey, director técnico de Red Bull, seguro que ha aprovechado el parón veraniego para darle una vuelta de tuerca al chasis del monoplaza del toro, al que ahora se ve más ligero, lo que explicaría por qué Verstappen consiguió remontar trece posiciones con neumáticos blandos e irse de su compañero, Checo Pérez, que calzaba un compuesto más duro.

Parece que nada afecta al Red Bull: ni las penalizaciones, ni la degradación, ni el cambio de tiempo que se ha vivido en Bélgica este fin de semana. A la mejora del monoplaza se le suma el gran momento que está viviendo Verstappen, pues nunca antes le habíamos visto con tanta confianza, tan contundente en su pilotaje y con la cabeza tan centrada. En estas circunstancias Red Bull y Verstappen no tienen rival, y aún menos con un Ferrari que ha ido a menos y que pese a la pole de Carlos Sainz ha sido incapaz de ni siquiera luchar con los Red Bull en pista.

A la falta de ritmo del Ferrari se le sigue sumando los fallos en el pit-lane y la falta de confianza en el muro de la escudería italiana. Y pese a todo, Ferrari no está tan mal. De hecho, son los únicos que pueden inquietar algo a Red Bull según el circuito donde se corra, pero de confirmarse la superioridad de Verstappen en el próximo gran premio, se acabó el Mundial y nos tendremos que olvidar de vivir un final de temporada como el que disfrutamos el año pasado.

El fin de semana que viene podría sentenciarse el Mundial y más teniendo en cuenta que la carrera se celebra en casa de Verstappen, en los Países Bajos. Sólo Monza, ya en septiembre, podría dar algo de aire a Ferrari u obligarles a tirar la toalla en la lucha por el Mundial para empezar a construir la próxima temporada.

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