
¿Quién es Davide Brivio, el nuevo jefe de Alonso?

Podríamos decir que Davide Brivio es el hombre que hace ganar a los equipos. Las primeras referencias que encontramos de este italiano son en Superbike. Corría el año 1990 y Davide era el responsable de un equipo satélite de Yamaha. Su pericia armando equipos y mejorando máquinas le permitió que la marca del triple diapasón en la máxima categoría del motociclismo, MotoGP, le llamara en 2003 para liderar uno de los mayores retos de la marca nipona en muchos años: hacer una Yamaha ganadora para el que entonces era el rey de la categoría reina, Valentino Rossi. Y lo consiguió, pues Davide dio a Valentino una de las mejores motos que Il Dottore ha conducido y con la que consiguió sus últimos mundiales, que no fueron pocos (cuatro).
Cuando Rossi decide emprender el reto de dejar Yamaha para intentar lograr un Mundial con Ducati, su condición para fichar por la marca italiana fue poder llevarse a su hombre de confianza dentro del box, Davide Brivio, y se lo llevó. En esta ocasión las cosas no fueron bien: Valentino y Davide querían cambiar la Ducati y Ducati no quería cambiar, ni dejarse moldear aunque quienes lo intentaran fueran compatriotas.
Aquel matrimonio se rompió. Valentino volvió a casa, a Yamaha, y Davide quiso empezar un nuevo proyecto casi propio, con el fin de devolver a Suzuki a los más alto de MotoGP. El proyecto con las motos azules empezó en 2013 y en 2015 ya era una realidad. Una realidad que se ha ido construyendo con mimo, a partir de grandes detalles y mucho sentimiento de equipo, que es como le gusta trabajar al próximo jefe de Fernando Alonso.
Maverick Viñales, Alex Rins y ahora Joan Mir. Davide no ha parado hasta conseguir su objetivo, que no es otro que Suzuki volviera ganar un Mundial, poder devolver a la marca al lugar que ocupaba con pilotos como Kevin Schwantz o Kenny Roberts.
Sincero, familiar, meticuloso, poco amigo de los focos y sí del trabajo en equipo. SAsí es Davide Brivio, un hombre que ha cambiado todo su mundo, el de MotoGP, para emprender un proyecto nuevo para él. Es verdad que sigue siendo motor, que siguen siendo carreras y equipos que dirigir, pero la F1 es diferente a las motos en tiempos, en protocolos, sin hablar del propio vehículo que se usa para la competición.
Pero si Alpine F1 y en particular Fernando Alonso han querido contar con él, como nuevo CEO de la marca, ha sido por sus cualidades como organizador, como elemento de unión entre las partes, como fundamento del engranaje y hombre de confianza. Su trayectoria y su compromiso le acompañan y le avalan. Fernando Alonso necesita gente comprometida y ha sabido elegir a uno de los profesionales del mundo del motor más serios y de más entidad que pueda haber. ¡Qué gran pareja van a hacer en Renault!