¿No queríamos espectáculo? pues el nuevo propietario de la Fórmula 1 promete y mucho. El grupo de comunicación estadounidense Liberty Media ha formalizado el primero pago por un valor de 3.914 millones de euros, y pronto completará la compra del 100 por 100 de las acciones hasta embolsar 7.117 millones.

La empresa fundada por el multimillonario John Malone lleva dedicándose a la distribución de los contenidos de entretenimiento desde los años noventa. Siendo Malone una de los magnates más influyentes de la televisión por cable y los medios de comunicación americanos. Ahora con un bizcocho que consumen más de 400 millones de espectadores en todo el mundo y genera unos beneficios anuales cercanos a los 4 mil millones de euros, esta empresa tiene el reto y el desafío de renovar el circo de la F1.

Si bien es cierto que no hay tradición de F1 en EEUU sus empresas de entretenimiento y medios de comunicación son pioneras en fórmulas que mejoran y aumentan el espectáculo. De momento no estarán solos porque Bernie Ecclestone seguirá en su puesto de director de la Fórmula 1 y máximo responsable al menos durante los próximos tres años. Le acompañará en el camino un hombre de Liberty, Chase G. Carey, quien primero aprenderá para después revolucionar este deporte “en beneficio de los fans, equipos, socios y accionistas”, ha asegurado.

Todavía no se conocen los planes concretos de Liberty pero ya han mostrado su clara intención de modificar la forma de retransmisión de la Fórmula uno, aumentar la presencia en las redes sociales y hasta hacer visible la F1 en la bolsa de Wall Sreet. La ambición de Malone no tiene límites, en EEUU personalidades como Al Gore, el ex vicepresidente, le comparó con Darth Vader o el padrino de la mafia.

El acuerdo que ya se ha hecho público en la prensa del todo el mundo debe contar, para hacerse efectivo, con el beneplácito de la FIA y de los accionistas de Liberty, algo que se espera para el primer trimestre del próximo año.