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Verstappen le regala el subcampeonato a Ferrari

Cuando Checo Pérez ha necesitado el favor del campeón, la respuesta ha sido: "No me pidas esas cosas".

Cuando Checo Pérez ha necesitado el favor del campeón, la respuesta ha sido: "No me pidas esas cosas".
Los mecánicos de Ferrari celebran el subcampeonato conseguido por Leclerc y la Scuderia. | Cordon Press

Las cartas ya están boca arriba y todos los jugadores han quedado al descubierto, sobre todo en el caso de Verstappen. El piloto holandés quiere todo para él e incluso ha dado la sensación de que, una vez que se ha proclamado campeón, no le interesa nada más que seguir ganando. Da igual que su compañero de equipo, su escudero Sergio Pérez, le haya cubierto las espaldas y quitado puntos a los adversarios de Verstappen durante toda la temporada, que cuando el mexicano ha necesitado el favor del campeón la respuesta ha sido, "no me pidas esas cosas". Así fue en Interlagos, en Brasil, cuando Max ignoró las órdenes de equipo para dejar pasar a Checo y dejar así atado el subcampeonato, lo repitió en la clasificación de este fin de semana cuando Verstappen debía dar un rebufo a Pérez y en carrera el domingo, el holandés no dio opción a que nadie le pudiera nada. La consecuencia, Pérez ha perdido el subcampeonato a favor de Charles Leclerc y su Ferrari.

Venganza por lo de Mónaco, o quizás un ego enorme, ganas y necesidad de demostrar quién es el jefe, que al jefe no se le pide estar en una posición que no le corresponde y un jefe que ha dejado claro que a él se le obedece, pero no se le piden favores. Y ojo, Verstappen es un buen jefe, porque nadie le ha mandado callar o le ha regañado por no ser generoso con su compañero de equipo. Nadie en Red Bull ha dicho nada no vaya a ser que el campeón se moleste, se enfade ahora que su conducción es calmada y eficiente. El bicampeón del mundo ha demostrado ser un tiburón sin escrúpulos, un tiburón que trabaja para sí mismo pero que al mismo tiempo exige lo mejor y a los demás estar a su servicio. Una mentalidad de auténtico campeón.

Así Ferrari ha salvado algo los muebles con la segunda posición de Leclerc y el subcampeonato de constructores que ha terminado luchando con Mercedes, a los que les ha faltado una carrera para poder ascender en el escalafón. En cualquier caso, no ha sido un buen año para ellos, con demasiados abandonos, fallos en estrategia o paradas defectuosas que han puesto demasiado fácil a la escudería del Toro revalidar el título. Y lo peor es que el próximo año los aires que llegan desde Maranello no son diferentes y en Mercedes parece que sí han cambiado de aires para poder ser quien dispute todo a Red Bull.

Se despide así el año, la temporada de la F1, con muchas despedidas. La más destacada la de Sebastian Vettel, el tetracampeón deja su asiento en Aston Martín a un Fernando Alonso que ha terminado su romance con Alpine con una ruptura abrupta y con la sensación de que las infidelidades estuvieron siempre dentro del garaje francés. Latifi, Mick Schumacher y Daniel Ricciardo completan la lista de pilotos que abandonan el circo de la F1 en un año que, siendo sinceros, y tras el gran cambio en la normativa técnica y deportiva, ha defraudado algo. Se esperan más batallas, más igualdad entre los pilotos y nada más lejos de la realidad. Esperemos que Mercedes haya encontrado la tecla y pueda ser un enemigo digno para la escudería del Toro la próxima temporada.

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