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Y a la tercera fue la vencida

Tras el fiasco hace unas semanas en Malasia, China le ha dado a Fernando Alonso la primera victoria de la temporada, el 88 podio de su carrera, que le ha permitido colocarse entre los pilotos que más grandes premios han ganado en la historia de este deporte. Lo mejor del triunfo de Fernando Alonso ha sido la forma en que el piloto español y Ferrari han ganado en Shanghái. Estrategia, pilotaje y buen coche, la combinación perfecta para que está vez sí, Fernando pueda llevarse el Mundial.

El segundo puesto en Australia ya demostró que el Ferrari había acortado diferencias con los Red Bull, sensaciones que se han confirmado en la pista china donde Fernando y sus neumáticos fueron superiores a los de Vettel. El alemán intentó sorprender con una estrategia que ya escondía la incapacidad de Red Bull para luchar por la ‘pole’ en la calificación. Parece evidente que las tres semanas que han transcurrido desde Malasia no han sido suficientes para que Adrian Newey invente algo que les haga más competitivos con los nuevos compuestos de Pirelli. La cuarta posición de Vettel da algo de oxígeno a Ferrari, pero también a Lotus y a Mercedes que no se apean de un Mundial, que al igual que ocurriera el año pasado, parece bastante repartido en sus inicios. Tercera carrera, tercer ganador distinto de escudería diferente.

Si hablamos de la carrera, la salida y la gestión de las gomas han sido fundamentales. Este año ningún piloto pudo evitar la tercera parada en boxes, como hizo el año pasado el ganador, Nico Rosberg. Tres paradas, que obligaban a vigilar el tiempo por vuelta con los neumáticos usados y también había que estar muy pendientes del tráfico que pudiera derivarse de las paradas. Un baile en el que Fernando se desenvolvió con una gran facilidad. El asturiano es un maestro en el cuidado de las gomas, tanto a la hora de adelantar como a la hora de abrir hueco. Y qué casualidad que otro de los equipos que gestionan mejor la vida útil de las gomas sea precisamente el coche que ha subido al segundo peldaño del podio en China, el de Kimi Raikonnen. En este sentido hemos visto más problemas en el garaje de Mercedes, y pese a ello han conseguido rascar el segundo tercer puesto consecutivo, firmado por el hombre de la ‘pole’ Lewis Hamilton. El inglés seguro que respira aliviado al ver el declive que están viviendo, pero sobre todo, sufriendo en su antigua casa, McLaren, a cuyos dos pilotos, Pérez y Button, pasó con facilidad.

Precisamente, para mí, es McLaren la gran decepción de este año. Da la sensación de que han perdido todo los ganado las últimas temporadas y, lo peor, es que no se ve que sepan cual es el camino a seguir para volver a los puestos privilegiados. Pero si hablamos de decepción, no creo que ninguna se pueda equiparar a la sufrida por Mark Webber en China. Sin gasolina en calificación, saliendo desde el ‘pit lane’, con toques en carrera que le dejaron en la puzolana y sin rueda. ¡Menos mal que los males del equipo Red Bull le ocurren siempre al australiano! Esto es lo que debe pensar Vettel, que ya ha demostrado en los últimos días el amor que procesa a su compañero de equipo.

Sólo una semana para que el semáforo en rojo vuelva a apagarse, y sólo una semana para conocer si el patrón se repite. Es decir, Ferrari y Lotus plantando cara a los Red Bull, pero sobre todo a Vettel, de tú a tú. Si es así, el Mundial que nos espera será histórico.

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