La combinación del ala-pivote Kevin Love, que aportó un triple doble, y el base español Ricky Rubio, que fue el director perfecto del juego, permitió a los Timberwolves de Minnesota vencer por 102-88 a los Grizzlies de Memphis, que se quedan temporalmente fuera de la fase final.
Si Love impuso su dominio dentro y fuera de la pintura, Ricky volvió a ser el jugador clave en la dirección del juego al aportar catorce puntos, siete asistencias y recuperó tres balones. Ekl base disputó 33 minutos, en los que anotó cinco de once tiros de campo, incluido un triple en dos intentos, y 3-4 desde la línea de personal. Además, capturó tres rebotes, dos fueron defensivos, y perdió dos balones.
La victoria mantiene a los Timberwolves con las posibilidades matemáticas de conseguir la clasificación a la fase final al ponerse a seis juegos y medio de los Mavericks de Dallas, que son octavos, último puesto que permite estar en la fase final.
Los grandes perdedores fueron los Grizzlies, que bajaron del séptimo al noveno puesto, a pesar de que Marc Gasol aportó 18 puntos, que lo dejaron como el líder de su ataque.
El pívot español jugó 33 minutos, que aprovechó con nueve canastas de 18 tiros de campo, capturó siete rebotes -cuatro fueron defensivos-, repartió cuarto asistencias y recuperó un balón.