Le crecen los enanos a los Cleveland Cavaliers. Si en el primer partido de las finales NBA, tras tenerlo bajo control, terminaron cayendo derrotados en la prórroga, las noticias del día siguiente no han podido ser peores. Kyrie Irving, el base nacido en Australia y MVP de la pasada Copa del Mundo liderando a la selección de Estados Unidos, sufría una lesión de rodilla en la recta final del encuentro que abría la lucha por el título, y la resonancia magnética a la que ha sido sometido ha revelado una fractura en la rótula de su rodilla izquierda.
De esta forma, Irving estará entre 3 y 4 meses alejado de las canchas, noticia que confirma que no volverá a jugar ni un minuto en estas finales. Su baja se une a la de Kevin Love, el otro miembro del `Big Three´ de los Cavs, lesionado en el hombro en la primera ronda de playoff ante Boston Celtics. Así, las opciones del equipo entrenado por David Blatt de alzarse con el anillo pasan a depender casi en exclusiva de un hombre: LeBron James, cuyos 44 puntos en el primer partido fueron insuficientes para que los Ohio se adelantaran en la serie.