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La leyenda Pau Gasol sigue creciendo: el domingo jugará su sexto All Star de la NBA en Toronto

Con su sexta participación, el pívot catalán es el tercer jugador no formado en Estados Unidos con más participaciones en All Star Weekend.

Con su sexta participación, el pívot catalán es el tercer jugador no formado en Estados Unidos con más participaciones en All Star Weekend.
Pau Gasol jugará el domingo su sexto All Star Game | Cordon Press

El 2 de noviembre de 2001, Pau Gasol debutaba oficialmente como jugador en la NBA. Aquel espigado mozalbete, larguísimo pero poco hecho todavía para las embestidas de auténticos morlacos, como son por regla general los interiores de la mejor liga del universo baloncesto, jugó apenas diecisiete minutos ante los Detroit Pistons, para irse hasta los cuatro puntos, cuatro rebotes y una asistencia. Han pasado ya casi quince años de aquello, y no es descabellado afirmar que Pau Gasol es hoy día una leyenda del baloncesto mundial, y una estrella consagrada en la NBA del siglo XXI, que el próximo domingo, en Toronto, jugará su sexto All Star Game, un hecho al alcance de muy pocos. Algo que, en aquel partido en The Piramid (Memphis), muy pocos podrían llegar a imaginar. Porque sí, Pau Gasol es una leyenda de la NBA. Con todo lo que eso representa.

Le lesión de su compañero en los Bulls, Jimmy Butler, ha permitido que el pívot de Sant Boi ponga a finales de esta semana una nueva foto a un álbum inabarcable de imágenes, recuerdos, éxitos, implicación social y, claro, algunas derrotas en la cancha. Estará en el All Star de la despedida de Kobe Bryant, como anteriormente estuviera en el último de Shaquille O´Neal, en 2009, por poner un ejemplo. Houston (2006), Phoenix (2009), Dallas (2010), Los Angeles (2011), y New York (2015) forman el quinteto de fines de semana en los que el catalán ha metido la cabeza entre lo más granado de las estrellas del Olimpo de la canasta. Cuando Kobe diga adiós al All Star, seguramente lo haga con un fuerte abrazo y unas palabras en castellano con su hermano español, que sigue haciendo historia, y enorgulleciendo a todo un país a miles de kilómetros de distancia. Como en el inolvidable partido de hace un año, con un salto inicial para todos los tiempos entre dos hermanos, en el incomparable Madison Square Garden, en pleno corazón de la Gran Manzana. Pau Gasol también estuvo allí, protagonista directo, con todas las cámaras puestas sobre esos dos humanoides de sangre española y apellidos Gasol Sáez.

Salto inicial de los hermanos Gasol, en 2015

El domingo, desde sus 216 centímetros, pero con unas hechuras muy distintas a las que tenía aquel rookie de 2001, con un cuerpo castigado por miles de golpes, millones de saltos, no pocas malas caídas e incontables aceleraciones y frenazos, afianzará su tercer puesto en la clasificación de participaciones del fin de semana de las estrellas entre jugadores no formados en Estados Unidos, sólo por detrás de Dirk Nowitzki (doce), y Yao Ming (ocho). En tierras canadienses, su privilegiada cabeza para jugar al baloncesto volverá a demostrar que es una de las mejores que nunca hubo en una cancha, como ha hecho durante toda su carrera. En total, sólo setenta y siete jugadores en toda la historia habrán estado más veces convocados para la fiesta que marca en cierta medida el ecuador de la NBA, ranking liderado por Kareem Abdul Jabbar, con diecinueve presencias, y en el que Kobe Bryant se quedará a sólo una, al sumar dieciocho en esta edición. Y todo ello a pesar de que en sus últimos años en los Lakers, apenas superados los treinta años, edad óptima competitivamente, el pívot de Sant Boi pasó sus peores momentos en la NBA, perdiendo peso en la ofensiva de su equipo, viendo el aro desde demasiado lejos, y desde casa el partido entre los mejores de la liga. De no haber sido por esas dos temporadas, seguramente hoy se podría hablar de un Gasol siete u ocho veces All Star.

Pau Gasol, junto a Kobe Bryant en el All Star 2011

En el All Star, lo de menos es el partido, cada vez más venido a menos por la ausencia de una mínima intensidad defensiva, por el temor a inoportunas lesiones que echen al traste la temporada de los mejores del planeta. Atrás quedaron esos partidos de la década de los 80, con verdaderos piques entre Este y Oeste, que iban mucho más allá de los 48 minutos de un fin de semana concreto. Sin embargo, y pese a que para casi todo el mundo el partido ha perdido valor con el tiempo, sigue siendo objeto de debate y generando multitud de noticias todo lo relacionado con un evento que ven cada año muchos millones de personas.

En el All Star, lo importante estar, y Pau Gasol, futuro miembro del Hall of Fame, cuya camiseta será probablemente retirada por Los Angeles Lakers y Memphis Grizzlies, volverá a no fallar este año, por sexta vez. Un hito que pasarán muchos años para que un español llegue siquiera a rozar. Por eso, cuando su carrera se acerca al final, es imperativo paladear cada uno los éxitos de una generación inolvidable, a la que cada triple de Navarro, cada penetración de Calderón, cada rebote de Felipe Reyes, o cada All Star de Pau Gasol (se dice pronto), han encumbrado a niveles donde sencillamente nunca estuvo el baloncesto español, y posiblemente, quién sabe, nunca volverá a estar. Por todo ello, por su implicación en todos los sentidos, y por el enorme honor y placer que es verle cada segundo sobre un parqué, sencillamente, gracias por todo, Pau Gasol.

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