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Portugal, primer rival para España en su camino hacia el oro europeo

Llega la hora de la verdad. La selección española debuta esta noche (21.30) en el Eurobasket. Lo hace frente a Portugal, el rival 'a priori' más asequible del grupo B, con la baja de Juan Carlos Navarro por una microrrotura fibrilar en el abductor de su pierna derecha. El de Pepu Hernández es el único equipo invicto en la fase de preparación y, después de 26 triunfos consecutivos, espera lograr otros nueve para conquistar la medalla de oro un año después de haberse proclamado campeona del mundo en Japón.

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Llega la hora de la verdad. La selección española debuta esta noche (21.30) en el Eurobasket. Lo hace frente a Portugal, el rival 'a priori' más asequible del grupo B, con la baja de Juan Carlos Navarro por una microrrotura fibrilar en el abductor de su pierna derecha. El de Pepu Hernández es el único equipo invicto en la fase de preparación y, después de 26 triunfos consecutivos, espera lograr otros nueve para conquistar la medalla de oro un año después de haberse proclamado campeona del mundo en Japón.

(Libertad Digital) España atraviesa el momento más dulce de su historia, juega en casa y no le tiene miedo a nadie. Además, contará con Jorge Garbajosa después de que los Toronto Raptors dieran permiso a la Federación Española de Baloncesto (FEB) para poder contar con el ala-pívot. Su presencia supone la baja de Jordi Trías. El barcelonista han sabido estar a la altura de las circunstancias, siempre en su sitio, consciente de que perdería el tren del campeonato si finalmente Garbajosa juega, como así será. Ambos han hecho gala de una capacidad de esfuerzo, sacrificio y discreción que les honra en lo deportivo y en lo humano.

Junto a 'Garbo', el resto del grupo, incluidos los técnicos, también ha exhibido una altura personal y profesional enorme. Así que España es la máxima candidata al oro no sólo por lo que es capaz de desarrollar sobre la cancha, sino también por la calidad que atesora como equipo, como grupo de amigos, prácticamente como familia. De esta forma, el reto del oro parece casi una obligación en una cita que siempre le ha negado el primer escalón del podio. La selección española sólo ha disputado una final del Mundial, la del año pasado en el Saitama SuperArena de Tokio, y subió a los altares con una aplastante victoria sobre Grecia, el combinado que defiende título en este campeonato.

La fortuna ha dado la espalda a España en las cinco finales europeas que ha alcanzado mientras el baloncesto europeo rendía pleitesía y repartía medallas entre la mítica Yugoslavia del pasado y la desaparecida Unión Soviética o Italia, los grandes dominadores del panorama en el Viejo Continente durante años. En 1935 bajó la cabeza ante Letonia en el nacimiento del Campeonato de Europa de selecciones nacionales. Décadas después, en 1973, el equipo de Juan Antonio Corbalán, Nino Buscató y Brabender, entre otros, cedió frente a Yugoslavia en Barcelona. Lo mismo ocurrió frente a la Italia de Dino Meneghin diez años más tarde con el desaparecido Fernando Martín como gran figura. Tampoco le cambió la suerte en el Europeo de 1999, de nuevo ante los transalpinos, en París, en la época del gran capitán Alberto Herreros. El último sinsabor, ya con los líderes del actual equipo en activo, corresponde al Eurobasket 2003, que encumbró a Lituania liderada por Sarunas Jasikevicius en Estocolmo.

Cinco finales para cinco platas. España quiere cambiar esa funesta tendencia en este campeonato, que ha repartido a los 16 participantes en cuatro grupos para la primera fase. Grecia, actual campeona, Rusia, Serbia e Israel, ganadora del Preeuropeo de Mahón (Menorca), rivalizan en Granada dentro del Grupo A; España, Croacia, Letonia y Portugal comparten el B en Sevilla; Alemania, Turquía, Lituania y la República Checa dan vida al C, bautizado como 'grupo de la muerte', en Palma de Mallorca; y, finalmente, Francia, Eslovenia, Italia y Polonia completan el D en Alicante. De todos estos equipos, España es el único que ha terminado la fase de preparación invicta. Ocho victorias en ocho partidos y una racha de 26 victorias seguidas desde que 'Pepu' Hernández se hizo cargo del banquillo jalonan la inmaculada trayectoria de un grupo, de una generación de jugadores, que anunció su idilio con el éxito y el oro en 1999 con un sonado triunfo sobre los Estados Unidos en la final del Mundial Júnior de Lisboa.

La cita europea supone, para todos los especialistas, el torneo territorial más exigente de los cinco que cada dos años reúnen a las selecciones de cada continente para proclamar un campeón. Aquí no hay equipos de segunda fila. Todos disponen de recursos, material humano y argumentos para aspirar a lo máximo. Cuatro de ellos, los últimos de cada grupo, perderán el tren de las medallas a la conclusión de la primera fase. Los otros doce viajarán a Madrid para disputar la ronda de octavos en el Telefónica Arena divididos en dos grupos de seis y, los que ocupen las cuatro primeras plazas, pasarán a los cuartos de final en el estreno de la serie final, programada en el Palacio de los Deportes de la capital.

Los griegos constituyen la mayor amenaza para España, por calidad y por las ansías de revancha que anida desde la derrota del año pasado en Japón, pero no es la única. Serbia llega con la esperanza de sacudirse el batacazo que sufrió en el pasado Europeo de Belgrado, donde no fue capaz de pasar a la segunda fase, y limpiar esa mancha. Turquía también dispone de fuerza para codearse con los mejores, lo mismo que Lituania, Alemania, Italia, Rusia, Croacia y Francia. Pero no se puede descartar a ninguna de las restantes selecciones.

España se ha hecho un conjunto habitual de la carrera por el podio continental porque estos hombres, los 'júnior de oro' y sus acompañantes un poco mas veteranos, no faltan al encuentro con las semifinales desde Turquía 2001. Ese año cayó un bronce, dos más tarde una plata en Suecia y, en 2005, terminó en cuarta posición tras perder con Alemania por un punto y perder sin paliativos el choque por el tercer puesto contra Francia, el último verdugo de la selección. El ala-pívot alemán de los Dallas Mavericks Dirk Nowitzki aguó las semifinales suecas a este conjunto con una canasta a falta de tres segundos para el final. El jugador más valioso de la primera fase de la NBA constituye uno de los referentes de la nutrida representación de jugadores enrolados en la Liga estadounidense que acuden a este Europeo en busca de gloria.

También está el 'MVP' de la final, el francés Tony Parker, el hombre franquicia de los Memphis Grizzlies, Pau Gasol, el número uno del último sorteo universitario ('draft'), el italiano Andrea Bargnani y varios más que, del 3 al 16 de septiembre, van a pelear por saborear las mieles del oro.

 

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