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Riccó y Simoni anuncian batalla para intentar desbancar a Contador

Los italianos Riccardo Riccó, joven de 24 años que milita en el Saunier Duval, y Gilberto Simoni, veterano de 36 años del Serramenti, segundo y tercero en la clasificación general del Giro de Italia, respectivamente, han anuncian que presentarán batalla al español Alberto Contador, actual líder de la carrera a falta de cinco etapas para el final.

Los italianos Riccardo Riccó, joven de 24 años que milita en el Saunier Duval, y Gilberto Simoni, veterano de 36 años del Serramenti, segundo y tercero en la clasificación general del Giro de Italia, respectivamente, han anuncian que presentarán batalla al español Alberto Contador, actual líder de la carrera a falta de cinco etapas para el final.

L D (EFE) Riccó y Simoni, compañeros en el Saunier Duval la pasada temporada, volverán a compartir un fin común con camiseta diferente: evitar que Contador llegue a Milán vestido de rosa. Los dos escaladores transalpinos tienen claro que quemarán las naves en las etapas de montaña que restan, en especial en la cita del sábado en el temible Mortirolo, última oportunidad antes de la contrarreloj llana del domingo, en la que el español contará con ventaja. "Puedo asegurar que esto aún no se ha terminado. Algunos han perdido opciones, pero yo aún sigo ahí", dice tajante Simoni, doble vencedor del Giro (2001 y 2003).

'Gibo' Simoni tendrá que jugarse, al igual que Riccó, la baza del ataque. Partirá en la etapa de este miércoles a 1:21 minutos de Contador, diferencia que tendría que estimar superior teniendo en cuenta que el madrileño le superará en más de un minuto en la contrarreloj de Milán, en un recorrido de 28,5 kilómetros. Riccó, segundo en la general a 41 segundos, no tendrá más remedio que justificar su apodo de "La Cobra" y atacar al español para doblegarle, empresa complicada dadas las aptitudes de Contador en la montaña.

"Aún creo en la victoria en este Giro. Lo creo con el corazón y con la cabeza. A 40 segundos de Contador aún tendré muchas oportunidades de recuperar el tiempo. Una de ellas puede ser la del Mortirolo, donde sueño con una llegada en solitario con Simoni, pero también pienso en la etapa del viernes, con el ascenso al Monte Pora. Ahí voy a disparar todos mis cartuchos y luego haremos cuentas", ha dicho Riccó en la jornada de descanso.

El corredor del Saunier se ha marcado el objetivo de llegar a la última cronometrada con al menos dos minutos de ventaja, ventaja "que podría ser inferior porque si llegó de rosa al último día haré la contrarreloj al mil por ciento y a Contador le será difícil arrebatármela". "De cualquier forma cualquiera puede tener un mal día, porque somos hombres, no robots", aclara Riccardo Riccó.

Ante el retraso acumulado por ambos ciclistas italianos, Simoni lamenta "no haber hecho alianza contra Contador en el Giau. Era la ocasión para abrir diferencias". Por su parte, Riccó se acordó del tiempo perdido en la contrarreloj por equipos y por la caída en la cronometrada de Urbino. "Ahora tendría la maglia rosa", dice.

Después del paso de la carrera por tierras suizas, con la llegada el miércoles a Locarno y la etapa del jueves que transita por los circuitos de los dos próximos Mundiales (Varèse 2008 y Mendrisio 2009), el Giro vuelve a la montaña el viernes y sábado. El viernes con el final de etapa en la Presolana y un día después con las cimas míticas del Gavia y el Mortirolo, con la cima a 50 kilómetros de meta.

Para Riccó, el escenario ideal para el asalto decisivo a la maglia rosa de Contador es el Mortirolo, donde sueña con una escapada junto a Simoni, en el mismo lugar donde Miguel Induráin, quíntuple vencedor el Tour y dos veces del Giro, sufrió como pocas veces en la edición de 1994. Contador ya habrá tomado nota.

 

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