L D (EFE) La octava prueba puntuable del mundial de motociclismo se disputará este fin de semana en un circuito, el de Sachsenring, que tiene unas características poco beneficiosas para los pilotos, ya que la pista se encuentra muy bacheada y con el asfalto en malas condiciones. Esto hará que las motos no puedan desarrollar toda su potencia.
Aún siendo un circuito difícil, ninguno de los dos está para cometer nuevos errores después de la equivocación que protagonizaron ambos en la carrera de Río de Janeiro, de la que se marcharon sin sumar un solo punto y, lo que es más grave, con el italiano Max Biaggi cada vez más cerca en la clasificación de pilotos, al sumar los puntos de la segunda posición con la que se conformó ante el ataque final de su compañero de escudería, el japonés Makoto Tamada.
Sete Gibernau, además, está buscando con buenos resultados un mayor apoyo de Honda para potenciar más su moto, que en teoría pertenece a una escudería satélite pero que, en la práctica, es el único junto a Biaggi que se encuentra en disposición de plantar cara a la también japonesa Yamaha y su piloto oficial estrella, Valentino Rossi.
Por su parte, Carlos Checa, el segundo de los pilotos oficiales de Yamaha, se encuentra nuevamente sumido en la penumbra de la evolución lógica de su Yamaha YZR M 1 y ni en Holanda ni en Brasil ha conseguido volver a estar en la lucha por el podio, algo que debe intentar nuevamente en Sachsenring si quiere mantener su estatus de piloto de fábrica.