"El equipo no está jugando como esperábamos", ha dicho de entrada Scariolo, "pero hemos tenido una difícil preparación y no hemos podido ensayar cosas que teníamos que hacer en la pista. No es una excusa y menos después de una derrota".
"Tenemos que esforzarnos todos un poco más. Tenemos que intentar correr un poco más forzando al rival. Tenemos que mejorar la fluidez del juego a través de un mejor uso del pase. No hemos podido probar, pero ahora es momento de hacerlo con consistencia", ha añadido el técnico.
"Quizá hemos malinterpretado el aspecto psicológico. En la preparación jugamos sin presión, con chispa y alegría. Cuando hemos llegado al campeonato ha llegado la presión y los fallos en los tiros y se nos ha cargado la mochila", indicó Scariolo.
Las declaraciones de Marc Gasol, nada más terminar el partido, al respecto de que el balón decisivo no debía jugarlo un joven recién llegado (Sergio Llull), y de Pau Gasol, respecto al trato arbitral de unos y otros jugadores, crearon cierta polémica. "Ambos jugadores me han dado una explicación de que sus opiniones nada tienen que ver con la decisión técnica tomada. Acepto, respeto y entiendo las explicaciones que también han hecho extensivas a sus compañeros", ha asegurado.
Estos incidentes pueden dar una imagen equivocada de falta de comunicación o de confianza dentro del equipo. "En ningún momento ha habido falta de confianza o de comunicación en el seno del equipo, pero tampoco podemos correr detrás de todos los rumores que haya al respecto", comentó.
La última jugada, con 61-60 para Turquía y doce segundos de posesión para España, sigue siendo uno de los principales temas de conversación. "Hablar a posteriori es complicado. Me sorprendió que sacaran cuatro grandes a pista y vi una oportunidad clara. A Llull le defendía Ilyasova, que además tenía cuatro faltas. Sergio se fue de su marcador al primer bote y entró con mucha fuerza. Creo que le hicieron falta, pero no la pitaron. No se puede criminalizar a un jugador por haber hecho lo que le mandan", ha apuntado.
"Asumo la responsabilidad al cien por cien. La probabilidad de desequilibrar era brutal, como así sucedió, pero luego salió mal porque no hubo canasta y no ganamos", ha añadido Scariolo.
Pese a todo, España sigue dependiendo de sí misma y todavía puede optar a lo máximo. "Por clasificación y calendario estamos en plena disposición de seguir hasta el final. Viendo a nuestros rivales, si conseguimos mejorar, no veo a ninguno al que no podamos ganar. Todos confiábamos en tener más victorias a estas alturas, pero ahora debemos centrarnos en ganar más partidos", ha declarado.
Scariolo ha confesadoque era ajeno a las críticas que estaba recibiendo el equipo y su propia dirección. "Estoy aplicando la política rusa. Como no entiendo el cirílico, no leo nada y no me entero de nada. Creo que debemos centrarnos en lo que tenemos que hacer y no en lo que se piensa que debemos de hacer fuera del equipo", ha dicho.
El estado del equipo, ha sido otro de los aspectos a los que se ha referido el técnico. "Está claro que estamos en un momento difícil y que tenemos que mejorar. Espero haber dado argumentos al equipo para poder mejorar. Creo que tenemos el camino más difícil, ahora, pero que sigue abierto. Pero más importante que mi mensaje es el de los jugadores, que me han manifestado que están unidos, preocupados, y dispuestos para seguir adelante", ha concluido Sergio Scariolo.