Juan Martín del Potro se presenta en el último torneo del año como quinto en el ranking de la ATP, la misma posición con la que llegó al campeonato en 2009, cuando alcanzó una final en la que el ruso Nikolay Davydenko le batió por 6-3 y 6-4.
En su cuarta participación en la Copa de Maestros, el argentino, de 25 años, está encuadrado en el mismo grupo que el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer, además de Richard Gasquet.
Su rival de este lunes era un viejo conocido en el circuito para Del Potro, que ha ganado al francés en todas las ocasiones en las que se han enfrentado menos en una. Fue en 2007, cuando el argentino contaba apenas 19 años y cayó ante Gasquet en una de las primeras rondas de Indian Wells. Del Potro aprendió la lección en aquella ocasión y no ha vuelto a caer ante el francés en las cinco ocasiones en las que se han cruzado de nuevo sobre una pista, tres de ellas en 2012, en Marsella (Francia), Estoril (Portugal) y Bailea (Suiza).
Ese conocimiento mutuo se hizo patente en los primeros juegos del partido, que se mantuvieron en una tensa igualdad hasta que Gasquet dio un golpe sobre el tapete azul del pabellón O2 Arena de Londres y se impuso al resto para colocarse con ventaja de 3-5 en el primer parcial. Del Potro no había perdido un solo set desde 2008 ante el francés, y remó con rabia en el siguiente juego para recuperar el equilibrio perdido con una nueva ruptura.
El argentino llega a Londres este año con la confianza de haber ganado cuatro torneos hasta ahora, todos ellos en superficie dura (Basilea y Roterdam, bajo techo, así como Tokio y Washington, al descubierto), pero no supo hacer valer esa seguridad en sí mismo para asegurarse el primer parcial.
Gasquet, de 27 años, que ha ganado por su parte tres torneos esta temporada (Moscú, Montepellier y Doha), se impuso con autoridad al argentino en el desempate de ese primer parcial. Con todo, el francés no supo gestionar su ventaja y en el tercer juego del siguiente set los nervios le traicionaron.
Sus propios errores le llevaron a dejar escapar un juego que parecía amarrado con 40-0 a su favor, y permitió así que Del Potro volviera a entrar en el partido con una nueva ruptura. El argentino mantuvo esa inercia hasta el final del segundo set, que se apuntó por 6-3, y la conservó igualmente en el tercero, a pesar de que tuvo que emplearse a fondo para acabar remontando el partido.