La española Carla Suárez ganó hoy a la estadounidense Venus Williams por 0-6, 6-1 y 7-5 y alcanzó su primera semifinal en un torneo de los considerados importantes de la temporada del circuito WTA: el Abierto de Miami.
Lo más lejos que había llegado Suárez en un torneo grande fue los cuartos de final del Rolland Garros (2008) y del Abierto de Australia (2009).
Con su triunfo en Miami, Suárez demuestra el gran momento que vive este año, en el que ha llegado al menos a siete cuartos de ocho torneos que ha disputado y es la quinta mejor tenista de 2015.
En los dos primeros sets, cada una barrió de la pista a la otra y en el tercera hubo una igualdad que sólo se resolvió al final en favor de Suárez.
En el primer set la canaria no encontró su lugar en la pista y la mayor de las hermanas Williams demostró los motivos por los que ya ha ganado en Miami en 1998, 1999 y 2001: fuerza, precisión y decisión.
Por contra, Suárez apenas convirtió en puntos el 16% de sus primeros servicios y logró la mitad de puntos que su rival, 15 contra 30.
En el segundo, Suárez, que había ganado dos de los cuatro enfrentamientos previos, incluido uno en superficie dura (Abierto de Australia en 2009), cambió su rostro y su tenis.
Sus primeros servicios se fueron al 40% de efectividad, atacó el segundo servicio de la estadounidense y aprovechó tres de los cuatro breaks de los que dispuso.
En el set de desempate llegó el intercambio de golpes. La igualdad se rompió con un nuevo break en el momento de la verdad, cuando los nervios mandan y cuesta cerrar los partidos. A ella no le costó y se llevó el set por 7-5.
La próxima rival de Suárez será la alemana Andrea Petkovic, novena favorita, que ganó este martes a la checa Karolina Pliskova, por 6-4 y 6-2.
Suárez y Petkovic se han enfrentado en cuatro ocasiones, con dos victorias para la canaria, que ganó su último enfrentamiento en el torneo de Sofía el año pasado por 6-0 y 6-4.
Ambas tenistas tenían que haber disputado la final del torneo de Antioquía en febrero pasado, pero una lesión en el cuello impidió a Suárez disputar ese partido.