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La gran odisea de Trungelliti: recorre 1.000 kilómetros en coche para jugar en Roland Garros y encima gana

Repescado a última hora por el torneo, en condición de lucky loser, el argentino completa un viaje exprés de Barcelona a París y además vence a Tomic.

El argentino Marco Trungelliti, número 190 del mundo, compareció este miércoles ante una veintena de periodistas con gesto cansado, aunque sin perder su media sonrisa. Había perdido en segunda ronda ante el italiano Marco Cecchinato (72), pero había pasado a la historia de Roland Garros.

"Necesito descansar, sobre todo mentalmente. Han pasado muchas cosas", se apresuró a decir, en un correcto inglés, Trungelliti, el chico de los tirabuzones castaños y actitud risueña. Lo que pasó fue que Trungelliti, de 28 años, fue repescado a última hora para el cuadro principal después de recorrer casi 1.000 kilómetros en automóvil entre Barcelona y París.

Llegó a tiempo a firmar y el lunes por la mañana, sin apenas tiempo de descanso, se enfrentó al australiano Bernard Tomic, al que encima venció (6-4, 5-7, 6-4 y 6-4). El recorrido, en un auto de alquiler, lo hizo con su madre, hermano y Lela, su abuela de casi 90 años, convertida en una celebridad. "Ella nunca me dice cosas negativas. Aunque ella lo pase mal, no dice nada. No sé si ella disfrutó de lo que he pasado. Lo que hicimos cuando acabó el partido fue tomarnos una cerveza", reconoció el jugador de Santiago del Estero mientras esbozaba una sonrisa.


Todavía sudado, Trungelliti mostró en la derrota la misma buena disposición que el lunes, cuando compareció ante una centena de medios después de haber vencido en primera ronda a Tomic (206). "Él (Cecchinato) jugó mucho mejor que yo. Tuve mis oportunidades en el segundo set, con tres puntos para ganarlo. Quizá necesitaba más suerte de la que ya he tenido", analizó el argentino, quien cedió por 6-1, 7-6 (1) y 6-1.

Una suerte que le llevó a ser repescado a última hora como lucky loser (repescado de la previa) para suplir al australiano Nick Kyrgios después de que el indio Prajnesh Gunneswaran, que estaba por delante del argentino, no pudiese firmar por estar disputando un torneo Challenger en Vicenza (Italia).

No era la primera vez que Trungelliti había captado la atención mediática. En 2016 doblegó al croata Marin Cilic en primera ronda de Roland Garros. Pero, como él mismo reconoció, la experiencia de este año es "diferente" al resto que ha vivido. "Es la primera vez que pierdo y tengo a veinte periodistas. Normalmente cuando pierdes no hay nadie o casi nadie. Es algo que me gusta. Nunca lo había vivido antes", reconoció.

El tenista argentino tiene un perfil poco común. Es alérgico a las redes sociales y lo seguirá siendo, a pesar de la notoriedad que le ha dado este Roland Garros. "Me alejé (de las redes sociales). Tenía Twitter, Facebook, Instagram... pero me empecé a dar cuenta que perdía tiempo. Entre ver noticias repetidas y ver fotos de no se quién no le terminé encontrar sentido. Prefiero ese tiempo para leer, tomarme un café o estar de charla con un amigo", dijo.

El tenista regresará a Barcelona, donde vive una parte del año, y tiene previsto inscribirse en Wimbledon. De momento, también marcha de París con un buen botín. Por llegar a segunda ronda se ha asegurado 79.000 euros, más de lo que acumulaba en el año entero y que le ayudará ahora, y mucho, para sobrevivir.

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