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Así fue el espectáculo que montó Serena Williams en la final del US Open

La estadounidense fue justamente sancionada con tres warnings que le supusieron automáticamente la pérdida de un juego.

Todo comenzó cuando con 6-2 y 3-2 en el marcador, el juez de silla Carlos Ramos amonestó a Serena Williams con un warning por haber recibido coaching de su entrenador. El gesto que el portugués había visto para sancionar a la estadounidense fue éste, posteriormente reconocido por su entrenador como coaching.

El primer warning únicamente es de aviso, no supone nada. El problema vino cuando Serena protestó esta decisión y reaccionó a ella rompiendo la raqueta contra el suelo. Esto le supuso un segundo warning que hizo que comenzara el siguiente juego con 15-0 en contra.

Serena Williams siguió con sus protestas, llegando a llamar "mentiroso y ladrón" al juez de silla: "¡No hemos hecho coaching! Debes anunciar que no he recibido coaching. Yo no hago trampas, ¿cómo puedes decir eso? Me debes una disculpa. ¡Yo nunca he hecho trampas en mi vida! Tengo una hija. ¡Me debes una disculpa! Eres un ladrón."

Tras este espectáculo Carlos Ramos sancionó a Serena con un tercer warning que supone la pérdida inmediata del siguiente juego y deja al juez de silla con la potestad de descalificar a la jugadora en cuestión. Aunque dada la situación podía haberlo hecho, finalmente el portugués optó por no descalificar a la estadounidense.

Antes de la entrega de trofeos, después de perder la final, Serena Williams tuvo una conversación con los jueces de pista.

"Ya sabes mi carácter. No está bien lo que ha hecho (el juez de silla)" apuntaba Serena. "Esto es injusto, me está pasando demasiadas veces. No es justo darme por perdido un juego por lo que he dicho, no es justo. ¿Sabes cuántos hombres hacen lo mismo? No he hecho nada peor que ellos, esto es injusto. Hay muchos hombres que dicen lo mismo y por ser hombres no pasa nada".

Cuando la pataleta de Serena parecía que no iba a tener fin, tras ver el llanto de una Osaka que veía cómo había dejado a su ídolo al borde de un ataque de nervios, la estadounidense entró en razón y pidió al público que dejara de abuchear a la organización para que Osaka pudiera disfrutar de su merecido Grand Slam.

No es la primera vez que Serena Williams tiene un episodio de este calibre. En este mismo torneo, allá por 2009, Serena fue descalificada en semifinales tras amenazar a una juez de línea por haberle señalado una falta de pie (por pisar la línea al sacar).

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