Djokovic dijo en la entrevista postpartido que no hay ningún encuentro sencillo, pero la realidad es que sí los hay y aunque él no lo pueda decir, su duelo ante Hurkacz fue un paseo plácido bajo el sol de la Caja Mágica. 6-3 y 6-4 para el número 1 del mundo en 1 hora y 21 minutos que se pasaron volando tanto para él como para su rival.
Hurkacz ni mucho menos es un jugador cualquiera. De hecho el año pasado se llevó el Masters 1000 de Miami y en Madrid ha dejado de vez en cuando grandes partidos, sin embargo, la sensación frente a Nole es que nunca se terminó de creer el tener alguna opción frente al serbio. Si no tuviera un saque que le quita de muchos problemas, el resultado podría haber sido aún peor.
Djokovic ya está en semifinales del torneo y de momento no ha tenido que sudar demasiado para hacerlo. Ganó con solidez a Gael Monfils en su debut, no jugó y pasó ‘gratis’ de octavos a cuartos por la retirada por enfermedad de Andy Murray y ante Hurkacz sudó lo justo y necesario. Afinó la raqueta y poco más.
Ahora llega el partido que sí le hará sudar porque llegan las semifinales del Mutua Madrid Open que él tan bien conoce. Será contra un español, Carlos Alcaraz. Será una oportunidad histórica para ver por primera vez a Carlos contra Novak.