Mazazo para Rafa Nadal. El balear pidió este domingo, tras su trabajada victoria ante el canadiense Félix Auger-Aliassime —pupilo de Toni Nadal— en octavos de final de Roland Garros, en cinco sets, que su próximo partido de cuartos contra Novak Djokovic no fuera en horario nocturno. Alegaba el manacorense que se siente menos cómodo sobre tierra batida.
Pero la organización del torneo parisino ha desoído las peticiones de Rafa y le ha puesto a jugar en horario nocturno, no antes de las 20:45 horas, contra el número uno del mundo.
"Puede que sea mi último partido en Roland Garros y me gustaría que fuera en un partido de día", aseguró el trece veces ganador en París después de derrotar a Auger-Aliassime.
El duelo número 59 entre Nadal y Djokovic —la confrontación más repetida de la historia del tenis—, había generado una gran expectación desde que el sorteo cruzó a ambos tenistas en cuartos de final.
Desde hace varias temporadas Roland Garros programa un partido nocturno, difundido por la televisión Amazon, que había solicitado que el duelo entre el número uno del tenis y el número seis tuviera lugar por la noche. Los organizadores del torneo han hecho caso a las televisiones y no a Rafa, que tendrá un hueso muy duro de roer este martes por la noche en la pista central Philippe Chatrier.