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Un Nadal increíble gana a Djokovic para meterse en semifinales de Roland Garros

El español gana por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (4) después de más de cuatro horas de partido. En semifinales se las verá con Zverev, verdugo de Alcaraz.

El español gana por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (4) después de más de cuatro horas de partido. En semifinales se las verá con Zverev, verdugo de Alcaraz.
EFE

No hay quien jubile a Rafa Nadal. El español, ganador de 21 títulos de Grand Slam, sigue empeñadísimo en dar guerra y este martes, con nocturnidad y alevosía, se ha impuesto a Novak Djokovic en cuatro sets, por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (4) después de cuatro horas y 12 minutos de partido, para alcanzar las semifinales de Roland Garros. Allí espera el alemán Alexander Zverev, que en el primer partido del día venció a Carlos Alcaraz, también en cuatro mangas (6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (7)) después de tres horas y 18 minutos.

Lo de Nadal es sencillamente increíble. Llegaba tocado a París, tras haber reaparecido hace poco más de un mes en el Mutua Madrid Open después de dejar atrás una fisura en las costillas, y el panorama no era precisamente halagüeño. En cuartos estaba destinado a encontrarse con Novak Djokovic: ambos han cumplido en sus caminos para propiciar el enfrentamiento número 59 entre el español y el serbio, reviviendo una de las mayores rivalidades en la historia del deporte.

Este último duelo lo ha ganado el de Manacor, que ahora tiene un balance de 30-29 desfavorable con el serbio. Todo igualadísimo con el de Belgrado: 21 títulos de Grand Slam de Rafa por los 20 de Nole, los dos únicos jugadores de la Era Open que han ganado al menos dos veces los cuatro grandes... palabras mayores para dos auténticos monstruos de la raqueta, cuya rivalidad empezó precisamente aquí, en París, hace 16 años, en los cuartos de final de Roland Garros 2006.

El Real Madrid, el equipo de Nadal es reconocido aficionado, ganó en la capital francesa hace unos días su decimocuarta Copa de Europa. Y este domingo, con permiso de Zverev, el de Manacor buscará ganar su decimocuarta Copa de los Mosqueteros en la pista central Philippe Chatrier. Sería impresionante...

Las comparaciones entre el equipo blanco y el tenista balear no tienen fin: cuando ambos parecen derrotados, heridos de muerte, son capaces de resurgir de sus cenizas cual Ave Fénix para acabar superando a sus rivales uno tras otro. Todo estaba esta noche en contra para Nadal, pero fue en la dificultad donde encontró su fortaleza. El mallorquín levantó dos bolas de set en el cuarto parcial, encadenó tres juegos consecutivos, desesperó a Djokovic y terminó sellando su enésima obra maestra en su torneo fetiche. Una victoria que sabe a gloria por el rival que es.

Nada más terminar su partido de octavos de final, ante el canadiense Felix Auger-Aliassime (3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3), Nadal avisó que ante Djokovic podría ser su "último partido" en Roland Garros. Rafa cumplirá 36 años este viernes, pero sobre todo viene arrastrando molestias físicas y dolores en el pie izquierdo que, sin embargo, no le impiden dejar en la cuneta a los rivales más duros.

El partido ante Nole fue épico, con un público entregado en la sesión nocturna de la Philippe Chatrier. Había pedido Rafa que no le pusieran a jugar de noche, pero la organización le desoyó, haciendo caso las reclamaciones de la televisión Amazon. Poco importó.

Con nocturnidad y alevosía

Nadal arrancó de forma imponente, rompiendo el saque de Djokovic a las primeras de cambio. El balcánico descolocado ante la agresividad de su rival, pese a que lo conoce a la perfección. Al español, muy efectivo desde la línea de fondo y brillante en los momentos decisivos, le salía todo y cerró con su servicio un primer set bastante cómodo. Rafa tenía, además, al público a su favor. Djokovic no perdió la compostura, pero sí pagó cara la inactividad de esta temporada pese al buen rendimiento en tierra.

Nole fue capaz de frenar el ímpetu de Rafa, que había logrado dos breaks consecutivos. El balcánico estaba 3-0 en contra, pero sacó la casta y firmó cuatro juegos seguidos, encontró el punto a su derecha e igualó un encuentro donde todos los guiones empezaban a saltar por los aires. Empate a un set y todo por decidir.

Los dos contendientes estaban muy cansados y, además, la pelota pesaba más al estar más húmeda, pero ambos parecían estar frescos pese a las altas horas de la noche. Rafa respondió con fiereza y el partido volvió a quedar a su favor tras un 6-2 espectacular.

Nadal tenía al alcance de su mano la victoria ante Djokovic. Pero no iba a ser sencillo, ni mucho menos pensar. En ese cuarto set, el serbio se puso 5-2 con auténticos martillazos desde mitad de pista y pareció dejar tocado a un Nadal que jamás se fue del partido. El número uno del mundo tuvo dos bolas de set, pero Rafa las salvó de manera increíble. Djokovic se fue apagando y solo Nadal creyó en una remontada que se hizo realidad en el desempate final después de dejar tiritando a su rival.

Nadal terminó llevándose el gato al agua después de más de cuatro horas de partido. Un auténtico partidazo que hizo las delicias de los espectadores. Dos viejos rockeros que nunca mueren. El tenis es un deporte espectacular y, si Rafa Nadal está en la pista, es todavía más grande. La Decimocuarta puede estar en camino, aunque Alexander Zverev tampoco se lo pondrá fácil al de Manacor. En la otra parte del cuadro, los cuartos de final se completarán este miércoles con los duelos Casper Ruud (8)-Holger Rune y Andrey Rublev (7)-Marin Cilic (20).

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