Helados. Así nos quedamos todos cuando vimos caer a Alexander Zverev y escuchamos sus gritos de dolor sobre la pista central de Roland Garros al hacerse un fuerte esguince de tobillo frente a Rafa Nadal. En plenas semifinales del torneo, jugando muy bien y con opciones de ganar el segundo set, el tenista alemán decía adiós entre lágrimas.
Después del partido ya se podía intuir que la lesión de Zverev no era poca cosa y el propio jugador alemán lo explicó en un vídeo en sus redes sociales.
"Hola chicos. Hoy viví un momento delicado para mí en la pista. Estaba siendo un partido fantástico, pero ocurrió lo que pasó. Parece que tengo una lesión muy seria. Los doctores todavía la están evaluando. Cuando tenga más noticias las compartiré. Quiero felicitar a Rafa, obviamente. Es un logro increíble, una decimocuarta final y espero que pueda llegar hasta el final y hacer algo más de historia. Yo os mantendré informados con mi estado", comentó Zverev en una historia de Instagram.
Por otro lado, Rafa Nadal se lamentó de la mala suerte de su rival y le mandó todo el ánimo posible en su recuperación: "Es un sueño estar en la final, pero no quería estar de esta manera. Soy humano y lo siento por él". Ahora Rafa se medirá a Casper Ruud en la gran final de este domingo.