Novak Djokovic conquistó este pasado domingo su décimo Open de Australia y por lo tanto alcanzó la cifra de 22 Grand Slams que también tiene Rafa Nadal y que les hace estar empatados en lo más alto de la historia del tenis masculino. Nadal llegó a esta cifra en 2022 logrando el título en Australia y en París mientras que Novak logró hacerse con la corona de Wimbledon el curso pasado y empieza 2023 reinando en Melbourne.
A partir de ahora, ¿qué hay por delante para ambos en esta lucha personal por ser el mejor de la historia?
Lo que nos dice la razón: Djokovic es favorito claro
Si nos centramos de manera objetiva en los datos y sobre todo en la evolución física que pueden tener uno y otro, Novak Djokovic es claramente favorito para seguir sumando títulos de Gran Slam por delante de Rafa Nadal. Quizá Roland Garros es el título que más sonríe siempre a Rafa, pero tanto en Wimbledon como en el Open de Estados Unidos, por superficie y por desgaste físico de uno y otro, todo hace indicar que caerán con más facilidad del lado del serbio.
La edad y las lesiones
Djokovic tiene 35 años para 36. Los cumplirá en mayo. Nadal tiene 36 para 37 cumpliendo estos últimos en junio. Se sacan un año, pero corporalmente el estado de Rafa es más preocupante que el de Novak y no solo por la lesión crónica del pie sino también por esas dolorosas lesiones, crónicas también en algunos casos, que de vez en cuando suelen dejar KO a Rafa varias semanas. Ahora mismo, de hecho, está en ese proceso de recuperación para superar un problema que tuvo en Australia y que le deja tres semana fuera, como mínimo, de las pistas.
El objetivo de Nadal es la tierra batida
Si todo va bien, Nadal debería empezar a entrenar dentro de un mes, más o menos, para llegar en condiciones a plazas importantes dentro de la gira de tierra batida que acabará en Roland Garros. Ya tuvo problemas el año pasado llegando con lo justo al Mutua Madrid Open y cayendo lesionado de nuevo en Roma ante Shapovalov. Eso sí, luego llegó París y ahí volvió a reinar. El plan es más o menos el mismo, jugando quizá antes de Madrid y por supuesto esperando no tener tantos problemas por el camino hacia Roland Garros. Por su parte, Djokovic, en principio, podrá estar sin problemas en Montecarlo, Madrid y Roma antes de París.
La razón no sirve con Nadal
La cabeza dice que Novak tiene todo, sobre todo físico, para ganar este año todos los Grand Slams o, como mínimo, tres de cuatro si le damos a Rafa su habitual Roland Garros. Ahí ya entraríamos en una distancia imposible de salvar para el español que tendría que tener un 2023 y 2024 alucinantes para desbancar a Nole. Pero claro, la razón no sirve con Nadal y le hemos visto hacer machadas tan importantes como el hecho de ganar el curso pasado 2 Majors de cuatro. Roland Garros y Estados Unidos parecen las mejores plazas para seguir sumando trofeos, pero como él ha reconocido siempre, no es ni mucho menos sencillo dentro de su contexto.
Una lesión de Djokovic
A día de hoy solo una lesión puede frustrar los sueños de Djokovic porque con 35 años está como un chaval. Físicamente sigue siendo un toro y las nueva generaciones solo parecen hacerle daño a tres sets. Tsitsipas no le hizo casi ni despeinarse en Australia y jugadores como el español Carlos Alcaraz le vencieron en Madrid, pero siendo siempre a tres mangas. Esta nueva generación y las anteriores dan la sensación de seguir lejos de Novak.
Un tenista que plante cara de verdad
No lo hay de momento, pero hay candidatos a serlo. Se busca desde hace décadas a un jugador, aparte de Andy Murray en su día, que pueda pelear de verdad contra los Federer (ya retirado), Nadal y Djokovic. Solo Medvedev ha sido capaz de ganar una final de un Grand Slam a Novak y a día de hoy el ruso está en un nivel bastante malo de tenis o, por lo menos, alejado de lo necesario para ser campeón. Ojalá Carlos Alcaraz, vigente campeón del US Open, pueda dar pelea real a cinco sets contra Novak o Rafa, porque jugadores como Zverev o Tsitsipas siguen sin poder ganar un título grande ante su falta de cabeza y calma en momentos decisivos.